La Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) analiza varias hipótesis en torno a la balacera que dejó dos muertos e igual número de heridos la noche del jueves en el barrio La Granja de Comayagüela.
Entre las víctimas, las autoridades identificaron al abogado Víctor José Carías Rivera, de 41 años, y el licenciado en mercadotecnia Gerardo Antonio Arguijo Romero, de 40 años, propietario de una cancha de fútbol rápido y otros negocios.
En el mismo hecho resultaron heridos los profesionales del derecho Fany Flores y Reynaldo Barahona, quienes fueron trasladados a una clínica privada capitalina.
Relación de hechos
Una de las versiones que dio a conocer un pariente de Carías Rivera es que de 9:00 a 11:00 de la mañana él estuvo en una audiencia el juzgado, donde defendía a un preso acusado por tráfico de drogas.
A las 8:45 de la noche se fue con los otros dos profesionales del derecho al negocio de Arguijo Romero, donde funciona una cancha de futbolito, un car-wash y un negocio de venta de comida y bebidas.
Los tres buscaron una mesa para sentarse a departir, pero de repente fueron atacados a balazos por unos malhechores.
La versión que se conoció la noche del crimen es que dos hombres llegaron en una motocicleta y dispararon contra las víctimas sin mediar palabras.
Mientras tanto, un testigo relató el viernes que en el momento que las víctimas entraron al parqueo en sus carros ingresó otro vehículo lleno de jugadores.
A los pocos minutos llegaron tres hombres a pie vestidos como futbolistas, quienes se dirigieron al local y sacaron armas para dispararles al abogado Carías Rivera.
El informante dijo que, supuestamente, Arguijo Romero se abalanzó contra el criminal, por lo que sus compinches le dispararon por la espalda infiriéndole varios balazos que le provocaron la muerte al instante.
Los tres profesionales del Derecho fueron trasladados a un centro hospitalario donde Carías Rivera expiró a los pocos minutos.
Las hipótesis que investiga la Policía es si el hecho criminal era dirigido al abogado o al dueño del local. Unos creen que la intención era matar a Carías Rivera y otros que a Arguijo Romero.
El presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Roy Urtecho, calificó como una tragedia el atentado que sufrieron los profesionales del derecho.
“Es una tragedia que enluta a la sociedad, al gremio de los abogados”, manifestó. “Este hecho debe ser investigado, para que no quede impune”, agregó. El crimen aconteció mientras los abogados practicaban deporte.
Desde el 2004 suman 94 profesionales del derecho asesinados, solo en este año van 17; en el 2010, 13; en el 2011, 26; en el 2012, 15.
Capturado por cohecho
Fuentes policiales informaron que uno de los abogados asesinado anoche en una cancha de futbol del barrio La Granja en Comayagüela tenía antecedentes por el delito de cohecho.
El profesional del Derecho Víctor Carias Rivera, fue asesinado
anoche junto a Gerardo Antonio Argüijo, propietaria de la canchita de fútbol, en el hecho resultaron heridos otros tres abogados.
Un pariente de Carias Rivera pidió en la morgue judicial a 'las autoridades respectivas que se investiguen estos casos, tantas muertes que ha habido y quedan impunes'.
Según el pariente, los sobrevivientes al atentado criminal habría dicho que 'primeramente el ataque fue dirigido al señor dueño del negocio, suponemos que para no dejar evidencia digamos testigos se dirigieron a la gente que estaba departiendo ahí'.
El familiar del abogado sostuvo que Víctor Carias litigaba en los Juzgados de lo Penal desde hace unos cinco años y junto a los abogados que lo acompañaban al momento del ataque tenía su bufete legal a inmediaciones de los Tribunales de Justicia.
Antecedentes
El 20 de noviembre de 2012, el abogado Víctor Carias fue detenido
en los Juzgados de lo Penal junto al fiscal Delvin Ventura Amador, ambos acusados por el delito de cohecho.
Según el Ministerio Público el profesional del derecho le entregó al fiscal un sobre conteniendo la cantidad de 15 mil lempiras, para que beneficiara a su cliente por un caso de posesión y tráfico de drogas.
Ambos gozaban de medidas sustitutivas a la prisión preventiva.