Tegucigalpa, Honduras
Como un autosecuestro podría ser investigado el caso de la madre y su pequeña hija que habían desaparecido en San Pedro de Catacamas, Olancho, al nororiente de la capital.
La mujer identificada como Heylin Melissa Hernández y su hija fueron ubicadas sanas y salvas en la colonia Kennedy de Tegucigalpa, en las últimas horas del martes.
Versiones preliminares detallan que la madre compró dos boletos el pasado lunes -en horas de la noche- para trasladarse desde Catacamas hacia Tegucigalpa, en la empresa de transporte Discovery.
Cuando llegaron a Tegucigalpa la mujer pidió un taxi que la trasladara hacia la colonia Kennedy, según se conoce.
La Policía investiga si la desaparición se trata de un secuestro o de un autosecuestro, debido a que no hay claridad sobre en que momento fueron raptadas.
La desaparición se volvió sospechosa cuando antisociales se comunicaron con la familia de la joven exigiendo el pago de entre 150 y 300 mil lempiras por su liberación.
Se conoció que los secuestradores dieron un plazo de 24 horas a la familia para que les entregaran el dinero.
Ante la incertidumbre, la familia -que es de escasos recursos- decidió interponer la denuncia que permitió dar con el paradero de la joven y la menor en buen estado de salud.
Como un autosecuestro podría ser investigado el caso de la madre y su pequeña hija que habían desaparecido en San Pedro de Catacamas, Olancho, al nororiente de la capital.
La mujer identificada como Heylin Melissa Hernández y su hija fueron ubicadas sanas y salvas en la colonia Kennedy de Tegucigalpa, en las últimas horas del martes.
Versiones preliminares detallan que la madre compró dos boletos el pasado lunes -en horas de la noche- para trasladarse desde Catacamas hacia Tegucigalpa, en la empresa de transporte Discovery.
Cuando llegaron a Tegucigalpa la mujer pidió un taxi que la trasladara hacia la colonia Kennedy, según se conoce.
La Policía investiga si la desaparición se trata de un secuestro o de un autosecuestro, debido a que no hay claridad sobre en que momento fueron raptadas.
La desaparición se volvió sospechosa cuando antisociales se comunicaron con la familia de la joven exigiendo el pago de entre 150 y 300 mil lempiras por su liberación.
Se conoció que los secuestradores dieron un plazo de 24 horas a la familia para que les entregaran el dinero.
Ante la incertidumbre, la familia -que es de escasos recursos- decidió interponer la denuncia que permitió dar con el paradero de la joven y la menor en buen estado de salud.
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