TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Posterior a lo suscitado el fatídico 20 de junio en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), en donde murieron 46 reclusas; el Juzgado de Ejecución de la Sección de Tegucigalpa emitió un auto motivado en el que destacan cuatro resoluciones.
Para que hechos lamentables como el ocurrido en la PNFAS no se vuelvan a repetir, después de un análisis de campo, esta judicatura resolvió implementar un protocolo de emergencias y brindar capacitaciones especializadas al personal penitenciario para poder enfrentar situaciones de emergencia carcelaria.
Asimismo, incrementar el personal destinado a la seguridad interna, crear mecanismos de alerta temprana para evitar crisis; además se debe sancionar los abusos cometidos por parte de las autoridades de las cárceles con los internos y -tal vez de las más importantes- separar estratégicamente a los reclusos por categoría; por ejemplo: los condenados de los procesados, los adultos mayores del resto de los internos y los reos pertenecientes a grupos criminales ya reconocidos.
Evitar el hacinamiento
Uno de los más grandes males del sistema penitenciario hondureño es lo abarrotadas que están las cárceles, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Centros penales que tienen capacidad para 300 prisioneros pero en los que habitan hasta 900 convictos.
Este Juzgado aconsejó en torno a ello definir el número de plazos o cupos disponibles en cada penal y actualizarlo periódicamente, así como prohibir que un reclusorio tenga sobrepoblación, algo difícil por razones presupuestarias.
Los cuerpos
Dos de las víctimas en la PNFAS quedaron frente a la enfermería (Lourdes Osorto y su hija Yesica Osorto), dos cuerpos más frente al Hogar 5, una interna murió frente al Hogar Casa Cuna, una más frente al Hogar 3 al igual que frente al Hogar 4. Dos mujeres murieron dentro del Hogar 4, mientras que en el Hogar 2 fallecieron seis internas.
En el anexo mataron a la cadete Senia Ocampo y a una policía y en la panadería murió Vivian Juárez; las demás perecieron calcinadas y apuñaladas en el Hogar 1.