El castigo cruel que le aplicó a su hijo de seis años por el supuesto robo de cinco lempiras a una maestra le podría costar la cárcel a una madre campesina.
Cegada por la ira, la señora Lucy Soad Amador Martínez, de 27 años, residente en la aldea La Calera, Mateo, en el Distrito Central, le colocó las manos a su vástago sobre un comal caliente, dejándolo con quemaduras de gravedad.
A raíz de la denuncia de vecinos, la despiadada mujer fue capturada por agentes de la Policía Preventiva y presentada ante la Fiscalía para que se le instruya un proceso ante el juzgado competente.
Según una fuente policial, el menor presenta quemaduras de primer grado, por lo que fue ingresado al Hospital Materno Infantil a recibir asistencia médica.
Según la Policía, el incidente ocurrió el jueves a las 10:00 de la mañana luego que la señora recibió una queja de que su pequeño hijo, alumno de segundo grado en la Escuela Petrona Lagos, de La Calera, le había robado cinco lempiras a su profesora, de quien no dio a conocer el nombre.
A pesar de que el dinero le fue devuelto a la mentora, la señora Lucy Soad no desistió de aplicarle lo que ella considera como un “castigo ejemplar a su hijo”.
Supuestamente, el llanto del menor conmovió a residentes del sector, quienes llamaron a la Policía para denunciar lo sucedido, por lo que procedieron a la captura de Amador Martínez.
La detenida fue trasladada a las instalaciones de la Unidad Metropolitana 1 (Umep1) del barrio Los Dolores, para seguir con el procedimiento legal.
Mientras se encontraba en el centro de detención, Amador Martínez dijo estar arrepentida de lo que hizo con su hijo, al tiempo que aseguró que jamás volverá a emplear un castigo de esa forma.
“No me gustó lo que hizo”
“Lo hice por el robo a la profesora, él le robó el dinero a ella”, expresó Amador Martínez en la unidad policial.
Afirmó que la maestra le aseguró que el niño le había sacado el dinero, aunque después el efectivo le fue devuelto.
“Fue en un momento de cólera, a mí no me gustó lo que él hizo, porque yo pensé que en seguida iba a cometer otro delito más grave”.
Prosiguió que “en un momento de cólera uno no sabe ni lo que hace, ya cuando uno se arrepiente es tarde”.
Dijo que se siente arrepentida de haberle quemado las manos a su hijo, aunque reiteró que lo hizo porque no quiere que él llegue a ser un delincuente.
También reveló que no volverá a castigar de esa manera a ninguno de sus dos vástagos y que lo mejor será “aconsejarlos que robar es malo y que no vuelva a cometer eso”.
Al consultarle si está consciente de que irá a parar a la cárcel, respondió que “no se todavía”.
Una fuente confirmó que un varón y una niña recién nacida serán llevados a centro de menores por ser declarados en riesgo social.
Esta semana, otra madre hondureña fue condenada a dos años de cárcel por maltratar a su hijo de cinco años. Los hechos ocurrieron en la aldea La Soledad, suroeste de Comayagüela.