Como ya era costumbre familiar, cada viernes todos asistían a la iglesia para alabar a Dios y pedir salud, protección y un cese a la violencia, sin imaginar que esa noche vivirían la peor de las experiencias.
Ermaly Nayeli Carrasco (14), estudiante del tercer curso de ciclo común en el Instituto Gabriela Núñez, ubicado en la colonia Las Pavas, en Comayagüela, era una jovencita entusiasta, dedicada a sus estudios, familia, iglesia y hasta unos días antes del 31 de julio, también compartía sus más nobles sentimientos con su novio.
Según los parientes de la niña, esa fatídica noche juntos en familia asistieron a la iglesia Arca de Noé, en esa misma colonia, sin imaginar que Luis David, también de 14 años y exnovio de Nayeli, la esperaba para causarle el peor de los daños: atacarla con un cuchillo.
Entre lágrimas, los dolientes recuerdan que esa noche ingresaron y vieron al jovencito sentado, pero cuando los miró se levantó del asiento y al momento en que tuvo cerca a la jovencita la hirió en el abdomen con un cuchillo.
De inmediato la hermosa jovencita se desvaneció y cayó al suelo, mientras su exnovio, con sus manos manchadas de sangre y empuñando el cuchillo, solo la observaba, siendo detenido inmediatamente por los feligreses.
Aún con vida, la menor fue trasladada de emergencia al Hospital Materno Infantil, donde durante un mes luchó contra la muerte, pero este lunes lastimosamente perdió la batalla y falleció. Consternados y llenos de dolor e impotencia, los familiares dijeron que el agresor de la estudiante se encuentra privado de su libertad ya que el mismo día del ataque fue detenido.
Afirman que desconocen por qué Luis David atacó a su exnovia, ya que desde pequeños asistían a la iglesia y nunca le vieron una conducta de violencia.
“Todo el malestar de él es que ella le dijo que ya no quería ser su novia, ella era muy linda, era linda”, dijo entre lágrimas su abuela.
El cadáver de la menor fue retirado por sus familiares y amigos de la morgue de Medicina Forense y lo trasladaron a la iglesia para despedirse de ella y luego darle sepultura.
Los parientes de la jovencita dijeron que no guardan rencor en su corazón y que todo lo dejan en manos de Dios.