Gracias, Lempira
“Él era alegre y chistoso, le gustaba salir a cortar café con sus hermanos menores”. Con una gran tristeza y muy adolorida describió ayer Mercedes Flores a su hijo de 11 años, quién fue asesinado de un disparo en la cabeza.
El niño fue identificado como José Esteban Lara Flores, quién a su corta de edad se armó de valor y como un héroe trato de defender a su hermana del hombre que estaba a punto de abusarla sexualmente.
Sin embargo, la maldad del individuo fue tan grande que le propinó un disparo al menor. El vil y sangriento hecho se produjo el domingo en horas de la noche en la aldea El Fraile, en Gracias, Lempira.
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“Lo último que hizo ayer (el niño) fue comerse unos pancitos y luego salió con sus hermanos para ver a su abuela”, recordó la madre, mientras las lágrimas le rodaban por sus mejillas.
José Esteban junto a sus hermanos se dirigían a la casa de su abuela, pero fueron interceptados por un hombre que supuestamente andaba bajo los efectos del alcohol y las drogas. Los menores contaron que el hombre intentó violar a su hermana de 13 años.
En ese instante, el menor se le lanzó al agresor para impedirlo, lo que le costó la vida. El hombre fue identificado por los vecinos como Mario Villanueva, quién se dio a la fuga y aún no ha sido capturado por las autoridades.
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Los hermanos de José Esteban salieron corriendo de regreso a su casa para avisarle a su madre lo que ocurrió. La señora Flores salió desesperada y al llegar al lugar vio a su hijo tirado en un charco de sangre. Al ver que todavía respiraba, lo levantó del suelo y lo trasladó hacia la emergencia del Hospital Juan Manuel Gálvez de la región.
Sin embargo, la herida que recibió fue de gravedad y falleció en el centro asistencial.
Posteriormente, el cuerpo del menor fue trasladado a la morgue de Santa Rosa de Copán para que le realizaran la autopsia correspondiente.
El lunes, en horas de la mañana la madre del menor en compañía de sus otros hijos llegaron hasta la morgue para reclamar el cuerpo del pequeño.
La señora no paraba de llorar recordando lo que había sucedido, en un abrir y cerrar de ojos les cambió radicalmente la vida.
La señora se dedica al corte de café y José Esteban le ayudaba a realizar esas labores, así como en los quehaceres de la casa. La familia esperó por horas para que les entregaran el cuerpo sin vida del menor. Al recibirlo partieron hacia la aldea donde le darán cristiana sepultura. Sobre este crimen, las autoridades policiales investigan y buscan el paradero del responsable del crimen, esperan capturarlo en las próximas horas. El sujeto deberá responder por los delitos de homicidio y por intentar abusar de la menor.
