Sucesos

Paquete con pólvora hizo estallar auto donde iba enfermera en Copán

Las autoridades de investigación encontraron rastros en el baúl del automotor

16.05.2018

Tegucigalpa, Honduras
La unidad antiexplosivos y personal de los laboratorios de criminalística de la Policía no encontraron ningún elemento que constituya un componente de algún artefacto explosivo improvisado en el vehículo que explotó en La Entrada, Copán, donde murió la enfermera Nory Isela López Maldonado.

El vehículo turismo marca Toyota Yaris siniestrado fue inspeccionado por técnicos de las referidas dependencias de la Policía el martes, horas después de que se produjo la explosión cuando el automóvil circulaba por una de las calles del barrio El Roble.

El automóvil era conducido por Allan Mauricio Chinchilla Hernández y también iba su mamá Olga Marina Hernández, quienes resultaron ilesos.

El informe de los técnicos establece que entrevistaron a los sobrevivientes del incidente y estos manifestaron que desconocían la causa que originó la explosión, razón por la cual procedieron a procesar la escena.

Se informó que al realizar la búsqueda de indicios encontraron trazas de sustancia pulverulenta de color gris en el baúl del carro.

Las autoridades policiales indicaron que en el baúl del vehículo hallaron rastros de pólvora que andaban en bolsas plásticas.

Los rastros de pólvora los encontraron a través de un hisopado de región del epicentro dentro del baúl del vehículo.

En el informe se establece que al momento de realizar la requisa del lugar no se encontró ningún elemento que constituya un componente de un artefacto explosivo.

También se descarta la posibilidad de que el móvil que generó la explosión tenga relación con una actividad terrorista o criminal.

Entre los hallazgos de interés, los técnicos establecen que a raíz de la investigación se logró determinar que el epicentro de la explosión fue en el baúl del automóvil.

Según el informe, la enfermera Nory Isela López Maldonado resultó con quemaduras de cuarto grado en el 40 por ciento del cuerpo, una herida alargada con bordes irregulares a la altura de la región frontal derecha de la cabeza y excoriación irregular en el lado derecho de la cara.

La enfermera Nory Isela López Maldonado viajaba en el asiento trasero del automóvil, que está cerca del baúl donde andaba la pólvora, y por eso el mayor impacto de la explosión lo sufrió ella.