Sucesos

18 perforaciones de bala quedaron en el paredón donde ejecutaron a cuatro jóvenes en la capital

Los agujeros no han sido tapados y resultan más visibles al momento de la salida de los vehículos
15.07.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Marcados con tape blanco y marcador negro quedaron los orificios de bala de grueso calibre en el paredón donde ejecutaron a los cuatro jóvenes que salían de departir en una discoteca en el bulevar Morazán.

Los agujeros no han sido tapados y resultan más visibles al momento de la salida de los vehículos que apuntan con sus faroles el fatídico lugar de la masacre.

En total, en la pared de bloques, se pueden contabilizar 18 impactos, algunos de ellos casi a ras de piso, producto del intercambio de disparos.

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De la sangre y rastros del atentado no queda nada, la limpieza en el suelo fue profunda y las actividades se retomaron con normalidad en el lujoso edificio donde funcionaba la discoteca.

El personal de seguridad de la noche del atentado fue retirado en su totalidad para protegerlos en una rotación obligatoria con nuevos elementos.

Fue en horas de la madrugada del jueves, cuando cuatro jóvenes fueron bajados de sus vehículos y asesinados mientras salían de una discoteca.

Las víctimas respondían al nombre de Luis Zelaya (sobrino del exmiembro de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez Velásquez, Said Lobo (hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa), Salomón Vázquez (amigo de ambos) y una cuarta persona que era el conductor del hijo del exmandatario, identificado como Norlan Enrique Rivera Rodríguez.

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