Tegucigalpa, Honduras.- A 48 días del atroz crimen de los jóvenes William David Rivera Suazo y José Daniel Alcerro Barralaga salen a la luz nuevos detalles de su asesinato.
Las investigaciones de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (Fedcv) revelan que los jóvenes se dedicaban a la venta de teléfonos celulares por lo que su muerte está relacionada a ese negocio.
Los cuerpos de los muchachos presentaban signos de tortura y asfixia, según el dictamen forense.
El 31 de octubre las dos víctimas arribaron a la vivienda del señor René Eduardo Padilla Mena, en la residencial Centroamérica de Comayagüela a venderle diez teléfonos celulares de alta gama.
Sin embargo, según detalla la acusación, los jóvenes fueron asesinados y sus cadáveres abandonados en el interior del vehículo en el que se conducían, en el kilómetro 10 de la carretera CA-5, salida al norte.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) realizó un allanamiento el pasado 11 de diciembre en la vivienda de Padilla Mena, donde decomisó un camión presuntamente utilizado el día de los hechos, una motocicleta, armas de fuego y teléfonos celulares.
Durante el operativo, técnicos en procesamiento de la escena del crimen de la ATIC llevaron a cabo una pericia científica de luminiscencia para detectar rastros de sangre.
El caso sigue en investigación para identificar a otros posibles sospechosos.
Auto de formal procesamiento
Como principal sospechoso del doble asesinato, el Ministerio Público capturó al señor René Eduardo Padilla Mena y lo puso a las órdenes de la justicia.
Él es acusado del delito de asesinato en perjuicio de las dos víctimas.
Este jueves, un Juzgado de Letras Penal dictó la medida de auto de formal procesamiento con prisión preventiva en su contra, y programó el desarrollo de la audiencia preliminar para el 17 de enero de 2025 a las 10:30 de la mañana.