Autoridades de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) presentaron ante los juzgados de lo penal a Hugo Edgardo Sierra Benavides.
El más conocido como “Loco Hugo” llegó al país la noche del jueves en un avión de la Policía Federal de México, un día después de que fuera capturado en Tapachula.
Ayer Sierra Benavides tuvo que responder ante los tribunales una nueva acusación por el delito de evasión por haberse escapado de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto.
En horas de la noche de ayer el juez desarrollaba la audiencia de declaración de imputado y todo indicaba que se le dictaría la detención judicial para ser remitido a la cárcel de máxima seguridad.
Sobre este mismo delito, Sierra tendrá que comparecer nuevamente a una audiencia inicial, que según la ley se desarrolla seis días después de evacuada la audiencia de declaración de imputado.
Sierra deberá responder también por otras siete acusaciones en el juzgado de lo penal por el delito de violación especial.
Además debe enfrentar seis de los ocho procesos en los Tribunales de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por los delitos de violación, violación especial, actos de lujuria, actos de lujuria agravado y robo.
Acusación
Luego de un año de persecución, Sierra Benavides fue capturado en 2012 por la Unidad de Delitos Especiales tras ser acusado por los delitos de violación y violación especial en perjuicio de unas 40 mujeres, 24 de estas eran menores de edad.
Varias de sus víctimas identificaron a Sierra como el hechor del delito por un tatuaje con el rostro comercial de Jesucristo en su brazo izquierdo y otro tatuaje de sol en una de sus manos.
Además lo identificaron por una cicatriz que Sierra tiene en su abdomen.
Las mujeres afectadas por Sierra coincidieron en que el “Loco Hugo” las atacó cerca de solares baldíos, casas abandonadas y callejones cercanos a instituciones educativas.
Sentencia
En 2013 el Tribunal de Sentencia condenó a Sierra a 18 años de prisión por el delito de violación y siete por el delito de robo en dos de los ocho procesos incoados en su contra.
El 10 de marzo de este año Sierra escapó de la Penitenciaría Nacional y las autoridades policiales iniciaron una extensa búsqueda alertando a la población de la peligrosidad de este depredador sexual.
Pero fue hasta la tarde del jueves 26 de marzo que Policías Federales capturaron a Sierra mientras este solicitaba trabajo de barrendero en una zona de Tapachula, en donde los mismos pobladores le reconocieron.
La fiscal especial de la niñez, Nora Urbina, informó en ese momento que para dar con su paradero intervinieron los teléfonos de la familia de Sierra Benavides.
Explicó que la intervención telefónica determinó que Sierra había llegado a Oaxaca, México, y que después había retornado hasta Tapachula, por lo que se coordinó con los agentes de seguridad pública mexicana para dar persecución y proceder a su captura.
En una acción acordada, la Policía Federal entregó a Sierra la noche del viernes en el aeropuerto Villeda Morales, de San Pedro Sula. Esa misma noche Sierra fue trasladado por la Policía Nacional y agentes de la DNIC a la cárcel de máxima seguridad en Támara, Francisco Morazán.