El reloj marcaba las 5:00 am cuando Leonardo Canales López (33) conducía una unidad de transporte urbano verde al centro de Potrerillos, donde lo esperaban unos 15 pasajeros, en su mayoría empleados de maquilas que se dirigían a sus trabajos.
Todos iban a sus actividades cotidianas. Jamás se imaginaron que estaban a punto de vivir el peor viaje de sus vidas.
Seis personas muertas y al menos 14 heridos, uno de ellos en estado crítico, sería el saldo que dejaría el mortal viaje.
La salida
Era el primer viaje del día que hacía el conductor del bus rapidito 310 de la empresa Citel de la ruta Potrerillos-San Pedro Sula.
El conductor de la unidad tomó la carretera a San Pedro Sula y entre los municipios de Potrerillos y Pimienta cinco personas más se subieron en la unidad, entre ellas Nadya Marisol Landaverde López (27), con cinco meses de embarazo, que se dirigía a su control prenatal en el Seguro Social en San Pedro Sula.
La fatalidad llegó a las 5:50 am. El rapidito iba por un tramo del canal seco en construcción, entre Pimienta y Villanueva, frente a la colonia Tres Reyes, cuando fue embestido por un bus de la empresa Tali, número 201, placa AAD 3071, cuyo único ocupante era el conductor Josué Rivas (22), que circulaba en sentido contrario.
Según el reporte preliminar de la Policía de Tránsito, el conductor del bus rebasó a un camión cargado de caña sin percatarse de que en sentido contrario circulaba el bus rapidito y, al tratar de esquivarse, ambos conductores viraron sus vehículos hacia una orilla de la carretera e impactaron de frente.
El impacto fue mortal: tres ocupantes del rapidito fallecieron inmediatamente, incluyendo a su conductor Leonardo Canales López.
Los otros fallecidos son Marco Antonio Tobar Melara (31), empleado de una empresa de aceites y manteca que se había subido en la unidad dos cuadras antes de donde se produjo la tragedia, y Jairo Ramón Sierra González (20), que se dirigía a San Pedro Sula a buscar empleo.
Vecinos de la colonia Tres Reyes fueron los primeros en llegar a la escena y dieron aviso a las autoridades policiales y a los cuerpos de socorro. “Al escuchar el fuerte estruendo salí a la calle y me encontré con la terrible escena. La gente gritaba pidiendo ayuda y entre la confusión traté de sacar a algunas personas atrapadas”, relató Omar Rojas, uno de los vecinos.
Con la llegada de ambulancias de la Cruz Roja, catorce heridos fueron trasladados al hospital Mario Rivas de San Pedro Sula y posteriormente dos de ellos fueron remitidos al Seguro.
Drama en el hospital
En la sala de emergencias del Mario Rivas los médicos hacían esfuerzos sobrehumanos para salvar vidas y afuera los familiares se agrupaban llorando y rezando en espera de noticias.
Allí se encontraba don Florentino Landaverde, padre de Nadya Marisol Landaverde López, la joven con cinco meses de gestación del que sería su segundo hijo. La infortunada mujer falleció minutos después de haber ingresado en el hospital.
Las terribles noticias siguieron para los parientes de Enedy Marisela Barahona Castillo (35), empleada de zip San José, originaria del barrio Suyapa, de Potrerillos.
“Pasé por el lugar y vi el accidente, llamé por teléfono a mi esposa porque sabía que ella venía a trabajar, pero no me contestó. Al rato recibí una llamada del hospital y me dijeron que mi esposa había fallecido”, contó Carlos Alberto Ortiz Maldonado.
Después falleció Dialira Miroslava Aguilar Quintanilla (44), de quien no se presentaron familiares al hospital. Por la noche, personal médico informó de otro deceso, pero no confirmó el nombre del occiso.
Entre los heridos están los hermanos Bernardo Rivera Bejarano (22) y Robinson Rivera Bejarano (15), que ayer se encontraba en estado crítico.
Recibieron lesiones severas Sergio Cruz, Walter Gómez Hernández, Beder Vásquez, Juan José Salgado, Osman López, José Isaac Moreno, Martina de Jesús Álvarez, Josué Hernán Bueso Pineda y Ever Jiménez. Los médicos indicaron que la condición de los heridos era estable.
Hace poco más de una semana, cuatro personas murieron
producto de un brutal choque entre dos unidades del transporte interurbano y un vehículo particular en la cuesta de Moramulca, carretera al sur de Honduras.
Los accidentes de tránsito son la segunda causa de muerte violenta
en Honduras. Según cifras oficiales, en 2011, casi 800 hondureños perdieron la vida en accidentes viales.