Tegucigalpa, Honduras
Su cuerpo sigue golpeado, pero su espíritu está intacto. Esta es una de esas historia donde sí hubo milagro.
Don Valentín Ruiz volvió a nacer cuando fue rescatado de debajo de piedras y tierra.
Durante una hora con cinco minutos el noble señor capitalino luchó por su vida cuando por un derrumbe quedó soterrado.
El incidente se dio el pasado martes en la colonia Centeno, cuando él, junto a otras personas, construía un muro para luego edificar una casa de habitación.
El rescate fue dramático y, durante el tiempo que duró, mantuvo a muchos rezando por su vida.
EL HERALDO ingresó a la sala de emergencia del Hospital Escuela Universitario (HEU), en donde permanece hospitalizado desde el accidente.
Ahí relató que suplicó al Divino Creador por su vida, la cual dedicará a vivirla para contar su milagro.
“Nosotros siempre hemos alquilado, íbamos a construir una casa de mi hijo, sacamos una barbaridad de tierra”, relató don Valentín.
Fue el deslave de la calle en donde pretendían hacer el muro lo que le cayó encima al trabajador.
“Yo sentí la muerte, quedé tapado por un metro de tierra, yo gritaba y el otro albañil me escuchaba, solo le dije a Dios: Señor, poné tu mano, mandame un ángel y dame una oportunidad para vivir”, comentó.
Ese ángel fue su compañero, quien al percatarse de que Ruiz estaba soterrado, escarbó para liberar su cabeza y que pudiera respirar.
“Me sacó la cabeza para que pudiera respirar y buscaron ayuda, no sé cómo pagarle, no tengo cómo pagarle lo que hizo por mí”, afirmó.
Entre bomberos y habitantes de la zona lucharon durante momentos que se hacían eternos, mientras Valentín lloraba y clamaba por una oportunidad más.
“Creí que me iba a morir, yo le dije al Señor: Si es tu voluntad darme otra oportunidad, yo la tomo. Ahora sé que le voy a servir a Él”, comentó a EL HERALDO.
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Agradecimiento
Las acciones rápidas de su compañero son lo que hoy mantienen con vida al noble trabajador que manda un mensaje a todas las personas que colaboraron en su rescate.
“No tengo con qué pagarles, yo me acordaba de la gente que se murió en un derrumbe allá por la Campo Cielo, ellos fallecieron porque quedaron enterrados”, manifestó.
Afirma que tras conocer que estuvo tapado de pies a cabeza un metro bajo tierra, reconoció que fue Dios quien hizo el mayor trabajo.
“Yo lloré, no puedo negarlo, solo Dios pudo hacerlo, yo sé que la gente ha estado bien pendiente y eso no tengo cómo agradecerlo”, reiteró.
El obrero seguirá hospitalizado durante las próximas horas, ya que debido a la gran cantidad de piedras sufrió golpes considerables.
Además sufre de diabetes, por lo cual su supervisión es todavía más necesaria.
Actualmente está siendo medicado con analgésicos para disminuir el dolor corporal.
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