Tegucigalpa
Jessica Pavón vio como un hobby la oportunidad de hacer bisutería, pero con el tiempo descubrió que podía transformarlo en un emprendimiento que podía generarle ingresos.
Pavón creaba sus propios diseños de joyas paralelo a su trabajo como administradora en una purificadora de agua, por lo que aprovechaba sus momentos de ocio para explorar el campo de la bisutería y crear su propia línea de accesorios Pretty Mia’s.
El sueño
La historia de esta perseverante dama comenzó por una feliz casualidad cuando hace unos 10 años la abuela de sus hijos, Marina Cruz, vio en el periódico el anuncio de unos cursos de bisutería en la sección de clasificados, lo recortó e inmediatamente se puso en contacto con ella para regalarle la oportunidad de recibir el taller y sacarle provecho a su creatividad a través de este entretenido oficio.
“Recuerdo que mi primer collar fue uno de perlas con una gota celeste, por cierto, ella aún lo conserva”, recuerda la diseñadora.
Como todo sueño con visión, sus inicios implican mucho sacrificio, por lo que en los primeros días Jessica Pavón comenzó a experimentar constantes noches de desvelo, ya que ni dormía ante la emoción de ver sus primeros diseños de pulseras y collares sencillos ya listos para ofrecer en sus bolsas de organza.
Poco a poco su caja de herramientas aumentó y lo que una vez comenzó con una pinza y algunos estilos de pedrería, hoy es un universo de piedras preciosas, cuerdas e hilos que dan a luz elegantes y originales accesorios para damas y en ciertas ocasiones hasta para caballeros.
Pese a que cuenta con una buena cartera de clientes, la creadora sabe adaptarse al gusto y presupuesto de cada persona, y sus creaciones van de 150.00 lempiras a 350.00, según el tipo de material a utilizar.
Dedicar solo un poco de su tiempo a este proyecto no le impide dar el 100% en la calidad de sus joyas y atención, y hoy en día sus aretes, collares y pulseras se han ganado la aceptación de clientes nacionales y extranjeros.
