Tegucigalpa, Honduras
Los puestos de venta de pólvora en los mercados de Comayagüela están a la orden del día.
Entre las tarimas de madera y ubicados de manera desordenada se han instalado al menos siete pequeños estantes que ofertan los explosivos.
Lo irónico es que quienes venden estos artilugios son menores, a pesar de la ordenanza municipal que sanciona a quienes den acceso a estos productos a los infantes.
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Sin ningún temor, tres menores reventaban “chispitas” en la primera calle, entre la sexta y séptima avenidas de la ciudad gemela.
Uno de ellos era el encargado de vender estos productos.
“Los vendemos al por mayor, por encargo y por unidad”, expresó la infante.
Precios
Los morteros se cotizan a dos lempiras, mientras que los petardos son vendidos por L 25.
Las chispitas se ofertan en bolsitas de cinco unidades a L 5, en tanto que los volcanes tienen un valor de L 40 lempiras los grandes y L 10 los más pequeños.
“Truenan bien y son los más baratos de todo el mercado”, comentó el menor.
En un extremo opuesto, a menos de un metro, se observan otros dos pequeños negocios que son sostenidos por algunas cajas de refrescos donde también se exponen sin ningún miedo los explosivos.
En la misma zona, a unos diez pasos del puesto donde venden los menores, un hombre de unos 40 años, cerca de negocio de verduras del que también es propietario, ofrece estos productos ilegales a los clientes que visitan el mercado.
Según se conoció, la venta en esta zona inició a mediados de noviembre y los comerciantes esperan mayor comercio en los próximos días.
Ordenanza
A los mercados los capitalinos para adquirir estos artefactos explosivos y revenderlos en pulperías y comercios de barrios y colonias.
De acuerdo con representantes del Juzgado de la Policía Municipal, a la fecha han recibido 15 denuncias en las que se ha informado sobre sectores de la capital donde hay venta y uso del material ilegal.
Custodia
En el último mes las autoridades han permitido el tránsito de pólvora por el DC, siempre que la carga sea custodiada, con el fin de que sea trasladada a municipios y departamentos vecinos.
Unos 38 vehículos han reportado el ingreso con explosivos valorados en unos seis millones de lempiras, aproximadamente. La normativa exige que estos conductores porten una guía franca emitida por al alcaldía de donde proviene el material. La factura de compra y el manifiesto del producto también son exigidos por las autoridades