No es un experto en pintura ni en la ebanistería y la soldadura, pero su amor hacia la educación le permite desarrollar este tipo de actividades al reparar las sillas del centro educativo que rectora.
Se trata de Rosalí Mejía, un profesor de educación primaria y director de la Escuela República Federal de Alemania, ubicada en la colonia El Carrizal.
El docente de 55 años reside en la colonia La Era, ubicada en las cercanías del cementerio Santa Anita, en Comayagüela, desde donde a diario se traslada para cumplir con su jornada educativa.
Con una experiencia de 34 años en la educación pública, el maestro no teme agarrar una herramienta de albañilería o carpintería para acondicionar su escuela.
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En los últimos días ha trabajado con un taladro, segueta, pulidora y compresor para darle vida a antiguas sillas que de no ser por su dedicación estarían hace meses en la basura.
“En lo que va del año he restaurado unas 80 sillas que estaban quebradas”, para ello ha adquirido con sus ingresos varias herramientas.
“Yo no espero a que me vengan solucionar mis problemas, yo trato de resolverlos siempre”, comentó el educador.
Desde 1999 a la fecha, el centro de enseñanza solo ha recibido dos donaciones de enseres por parte de la Secretaría de Educación.
“A pesar del poco apoyo que hemos recibido tengo de aliados a los padres de familia, quienes meresponden a la hora de que la escuela presenta algún tipo de necesidad”, agregó.
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Capacitaciones a maestros en áreas técnicas también ha sido parte del reto que ha sumido.
“Aquí donde lo ve, padece de azúcar en la sangre; una vez con la pulidora se hirió”, dijo una de las maestra mientras observaba cómo cortaba unos pedazos de hierro.
“Dios me dio estas habilidades, si me toca utilizar una pulidora, yo lo hago, si me toca costurar nuestras banderas, también lo hago”, manifestó.