Tegucigalpa,Honduras
Unos 108 mil hogares son líderados por madres en el Distrito Central , cada mujer con una historia que refleja en sus ojos la lucha y el valor que demuestran a diario para sacar adelante a su familia.
Compartimos con nuestros lectores tres historias que quizá puedan resultarle familiares.
1-Una madre ejemplar que trabaja bajo el sol y la lluvia
Cada vez que detiene a un conductor para facilitarle el paso a una madre que carga en brazos a su hijo recién nacido, su mirada imponente se inunda de ternura.
Lourdes López, de 46 años, labora desde hace seis años junto a otras 120 mujeres como agente de orden vial de la Alcaldía Municipal del Distrito Central. Su lugar de trabajo se localiza en el cruce peatonal del Hospital General San Felipe, localizado en el bulevar Los Próceres.
Su misión en esta zona es la de hacer respetar el derecho del cruce a los peatones desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde, de lunes a sábado, de 6:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.
Sus hijos
Pero Lourdes tiene desde hace 25 años una labor al que le dedica cada instante de su vida: ser madre.
“Soy madre soltera y eso ha sido un reto en mi vida, pero he salido adelante con mis dos hijos, quienes son personas de bien”, expresó la ejemplar mujer mientras aguardaba a los transeúntes que cruzarían de un extremo a otro de la calle.
El combustible de su vida son sus retoños. Uno se llama José Espinoza, quien es el padre de su nieto de cuatro años. El menor de sus hijos es Erick Ordóñez, de 17 años, y estudia en el Instituto Mixto Hibueras.
“A pesar de que mis hijos ya son grandes, siempre trato de estar pendiente de sus necesidades y de ayudarlos con mi consejo, de brindarles mi amor”, expresó, mientras se arreglaba la camisa de su uniforme amarillo y negro.
“Siempre he luchado, he trabajado por mucho tiempo, ser madre soltera no es fácil, hay algunos padres irresponsables que se olvidan que un hijo es una bendición”, expresó la señora mientras permanecía atenta a realizar una señal para que le permitiéramos cruzar a un grupo de peatones.
“Mi trabajo es darle el paso a las personas, a veces miro a señoras de la tercera edad que salen del hospital solas y me pregunto dónde están sus hijos, me imagino que puede ser mi madre y sin dudarlo ayudo a cruzarlas y hasta de la mano las tomo si me lo permiten”, comentó.
La laboriosa agente expresó que a pesar de que algunas personas puedan ridiculizar su trabajo llamándole “minion”, ella siente orgullo de trabajar con honradez y, sobre todo, de ser el ejemplo de responsabilidad para sus vástagos. “Amo a mi nieto como a mis hijos y espero que ellos puedan aprender de mi ejemplo de lucha y que no duden nunca en que sí se puede salir adelante”, manifestó.
Un mensaje de cariño
La residencia de esta ejemplar mujer se encuentra en la colonia Altos de la Sosa, de Tegucigalpa.
En el marco del Día de la Madre aconsejó a las personas que aún tienen a sus mamás con vida “que les presten atención a sus consejos porque hasta que uno es padre comprende que todo lo que nos dijeron nuestras madres eran mensajes llenos de cariño”.
2-“Mi mamá se murió de amor... un ejemplo a seguir”
Frondosos arreglos florales colocó Leonarda Castillo sobre la tumba de su madre Pastora de Castillo en el cementerio Jardines de Paz Suyapa. En ese momento comenzó a recordar la causa del fallecimiento de su madre.
“Mi mamá se murió de amor, ella fue un ejemplo a seguir, nos enseñó muchos valores y a ser humildes”, dijo. Y es que según Leonarda, primero murió su papá y meses después vio partir a la mujer que le dio la vida. “Antes de morir, mi mamá me dijo que tenía una cita con mi viejo, esa fue su despedida”, agregó. Hoy, con flores naturales y artificiales mantiene adornadas las últimas moradas de sus dos progenitores
3-Con tristeza recuerdan a una mujer inigualable
Cuidó de sus hijos y nietos de manera abnegada. Les entregó su cariño y ejemplo hasta el último momento de su vida. Este legado es el que su familia guarda celosamente en sus corazones y por el que, en el marco del Día de la Madre, recibió flores en su última morada.
Se trata de la fallecida Ángela Torres, a quien su yerno Enrique Vásquez y su nieta Natalia Vásquez le visitaron en su tumba.
“Siempre venimos a visitarla durante el año, pero para el Día de la Madre es algo especial”, expresó Enrique. El entrevistado aseguró que la difunta, más que una abuela, fue una madre para sus nietas ya que los cuidaba mientras sus hijos trabajaban.
