Tegucigalpa,Honduras
La inconformidad y las críticas para las autoridades locales surgen a diario de parte de los más de diez mil conductores que circulan por la salida que conduce al departamento de Olancho.
Y es que desde que se ingresa al sector de la colonia Cerro Grande aparecen enormes huecos en ambos tramos de esta vía capitalina.
El problema se agudizó con las recientes precipitaciones, pues el deterioro en el asfalto se ha agravado.
El llamado de los pobladores de las comunidades aledañas al sector permanece inadvertido, pues pese a las constantes denuncias las autoridades edilicias o del gobierno central no han dado la respuesta deseada.
El clamor de los afectados es que se le dé mantenimiento a la calle del sector y de esta manera evitar accidentes.
“Esta situación es terrible porque los vehículos se dañan, los baches son muy hondos y amplios”, comentó Ángel Raudales, un capitalino que a diario circula por este sector de la ciudad.
Raudales aseguró que en su trayecto se demora hasta 20 minutos más por el tráfico lento que se forma en estas vías, pues los conductores disminuyen la velocidad para evitar accidentes.
Respuesta
Las autoridades de la Alcaldía Municipal del Distrito Central explicaron que en esta temporada no pueden realizar ningún tipo de trabajo porque las obras se dañarían rápidamente.
“La lluvia es el peor enemigo del asfalto, por lo que cualquier obra que realicemos en la zona sería una pérdida de dinero”, comentó Juan Carlos García, vicealcalde del Distrito Central.
El funcionario detalló que los trabajos de pavimentación en algunos sectores se han suspendido debido a que durante la temporada de invierno es más complicado efectuar un trabajo duradero y de calidad.
“Hemos invertido de manera significativa en las aldeas, esperamos que el invierno pase pronto para realizar los trabajos respectivos en cada zona”, manifestó el funcionario.
Manos a la obra
Ante la respuesta de las autoridades locales, los capitalinos han tenido que hacer el trabajo ellos solos, pues desde la entrada a la colonia La Laguna hasta llegar a la aldea El Guanábano se observa a varias personas bacheando las gigantescas trampas con algunos desechos de construcción y tierra.
“Nos trajimos restos de ladrillo y los mezclamos con arena y tierra para que los conductores puedan pasar y estar advertidos ante estas amenazas”, dijo Luis Santos, uno de los ciudadanos que optaron por resolver el problema por su propia cuenta.
Ante la acción de este ciudadano algunos conductores se detienen para entregarles a cambio un par de lempiras. “Lo que nos dan no es nada comparado con el gasto y esfuerzo del trabajo, pero lo hacemos más por nuestra comunidad que por el dinero”, manifestó Santos.
El Plan de Ordenamiento Territorial de la comuna encamina el desarrollo de esta zona del país. ¿Será posible con las vías en estas condiciones?, es tan solo una de las interrogantes de los capitalinos.