TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La salud de los capitalinos está en peligro. Y es que borbollones de aguas negras mantienen inundada la vía del túnel conocido como el
hoyo de Merriam, en el centro histórico de la capital de Honduras.
La zona se ha vuelto un potencial foco de contaminación, lo que pone en riesgo la salud de las personas que transitan por el sector.
Otros afectados por el derrame de las aguas servidas son los ruleteros de un punto de taxi ubicado debajo de la plaza Los Dolores.
“Todos los días es lo mismo, tenemos que convivir con esos malos olores”, lamentó José Castillo, un taxista del sector.
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Olores insoportables
En un recorrido realizado por EL HERALDO, se pudo comprobar los nauseabundos olores que decenas de taxistas, trabajadores de la zona y peatones tienen que soportar a diario.
Un locatario del mercado indicó que el problema ya tiene varios años y que aún sigue sin ser reparado.
“Eso no es nuevo, ustedes pueden verlo, el agua sale a chorros, huele horrible y tenemos miedo de contraer una enfermedad en la piel o gastrointestinal”, expresó Carlos Reyes, locatario del mercado aledaño al sitio.
Otro ruletero del lugar que solo se identificó como Gerardo contó que “a nosotros nos toca comer con eso fétidos olores, hasta pena nos da con los pasajeros, pues tienen que soportar esos desagradables olores”.
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La topografía del área, sumada a la filtración de tierra y desechos sólidos son las principales causas del colapso de la tubería de las cajas de inspección del lugar.
Exigen solución
Uno de los afectados lamentó la poca voluntad de las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) por resolver la problemática.
No obstante, Jorge Pérez, jefe del Subsistema de Comayagüela del Departamento de Alcantarillado Sanitario del SANAA, explicó que “el problema en ese punto es constante, es de años y en varias ocasiones se ha atendido la denuncia”.
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El funcionario de la empresa prestadora del servicio agregó que las cajas del servicio sanitario solo duran una semana en buen estado.
De hecho varios empleados realizaron el martes una desobstrucción de los pozos de inspección del lugar, pero amanecieron de nuevo colapsados.
La zona se ha vuelto un potencial foco de contaminación, lo que pone en riesgo la salud de las personas que transitan por el sector.
Otros afectados por el derrame de las aguas servidas son los ruleteros de un punto de taxi ubicado debajo de la plaza Los Dolores.
“Todos los días es lo mismo, tenemos que convivir con esos malos olores”, lamentó José Castillo, un taxista del sector.
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Olores insoportables
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Un locatario del mercado indicó que el problema ya tiene varios años y que aún sigue sin ser reparado.
“Eso no es nuevo, ustedes pueden verlo, el agua sale a chorros, huele horrible y tenemos miedo de contraer una enfermedad en la piel o gastrointestinal”, expresó Carlos Reyes, locatario del mercado aledaño al sitio.
Otro ruletero del lugar que solo se identificó como Gerardo contó que “a nosotros nos toca comer con eso fétidos olores, hasta pena nos da con los pasajeros, pues tienen que soportar esos desagradables olores”.
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Exigen solución
Uno de los afectados lamentó la poca voluntad de las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) por resolver la problemática.
No obstante, Jorge Pérez, jefe del Subsistema de Comayagüela del Departamento de Alcantarillado Sanitario del SANAA, explicó que “el problema en ese punto es constante, es de años y en varias ocasiones se ha atendido la denuncia”.
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De hecho varios empleados realizaron el martes una desobstrucción de los pozos de inspección del lugar, pero amanecieron de nuevo colapsados.
