TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un claro ejemplo de la terrible crisis de agua que sufren los capitalinos se refleja en el Centro de Educación Básica (CEB) Álvaro Contreras, ubicado en el Barrio Abajo.
Y es que en este centro educativo de dos jornadas, con una matrícula de 800 estudiantes, el vital líquido no llega desde hace dos semanas.
“Tuvimos que suspender obligatoriamente las clases por un día, porque los baños despedían muy malos olores y tenemos las pilas vacías. Nos ha tocado comprar una cisterna de agua entre todos los docentes”, explicó la directora Claudia Paguada.
Las autoridades del centro educativo han solicitado la ayuda del programa de emergencia Agua en el Barrio, pero no han tenido respuesta.
Esperan que el agua llegue el martes de la próxima semana; de seguir sin el vital líquido se verán obligados a suspender clases de nuevo. El olor a orines invade las aulas y pasillos del centro educativo.
Nuevo horario
Lejos de mejorar, la distribución se agudizará en el Distrito Central desde este domingo.
Economizar el agua será la mejor decisión, porque a partir del 1 de marzo el agua llegará cada 9 días.
El gerente de la División Metropolitana del SANAA, Carlos Hernández, confirmó a EL HERALDO que en el nuevo calendario de distribución de agua pasará de 7 a 9 días.
“Mejor prevenimos porque tenemos poca agua. Hacemos esto para que nos dure todo lo posible”, dijo.
Mencionó que el racionamiento de nueve días se aplicará a los capitalinos que se abastecen de la represa La Concepción, misma que lleva el agua al 50% de la ciudad, al igual será para los ciudadanos que reciben el líquido del embalse Los Laureles y que cubre el 30% de la capital.
