TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Sus días de gloria se apagaron y entre maleza, basura y la mendicidad agoniza el inmueble que una vez fue el Centro Social Universitario; epicentro de la juventud capitalina que entre conciertos y otras actividades tuvo un espacio de sano esparcimiento en el barrio Morazán.
A 23 años de su clausura, en el año 2000, el inmueble con una área de losa de 896.80 metros cuadrados edificado en un lote de 3,014 metros cuadrados expone su abandono a orillas del concurrido bulevar Suyapa y sigue sin un plan de rescate.
Porque el eco de rescate se apagó, EL HERALDO consultó con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y obtuvo la respuesta que el inmueble no está bajo su manejo.
“Ese edificio no depende de la UNAH, depende de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH)”, aclaró Áyax Irías, vicerrector de Orientación y Asuntos Estudiantiles.
Argumentó que desde el punto de vista legal es la FEUH la que tiene que tomar las decisiones ya que el inmueble está enajenado a ellos.
Otra fuente oficial consultada argumentó que “hubo especulación, en la época de Julieta Castellanos se planeó hacer algo ahí, pero al revisar la parte jurídica se constató que no pertenece a la UNAH y por eso no se puede invertir ni un lempira”, aclaró.
Daños
Juan Lozano, arquitecto especialista en temas de preservación de inmuebles, explicó que es necesario que los encargados de la edificación realicen un estudio para determinar con exactitud los daños provocados por el paso del tiempo.
No obstante, con base en su experiencia, mencionó que por el tipo de su losa (techo) -con su particular diseño de arquitectura moderna- tiene el detalle que las aguas en cada cuadrante “van hacia adentro”.
“Esas aguas al final se evacuan a través de las columnas con bajantes escondidas, entonces como cualquier techo sin mantenimiento y más en 23 años se obstruyen, retiene agua y en las esquinas se observan lechadas quizás por filtraciones y daños estructurales”, explicó y reiteró que hay que definir con precisión el estado del concreto y el acero.
Al igual que su colega, el arquitecto Jorge Marulanda instó a la ejecución de un estudio que certifique que el inmueble tiene que ser demolido y no puede ser reutilizado.
“Y en caso de que lo reutilicen a estas alturas sería costoso recuperarlo y mantener su misma estructura que ha sufrido por mucho tiempo deterioro”, profundizó.
EL HERALDO conversó con el presidente de la FEUH, Luis Sandoval y confirmó que el inmueble sí les pertenece, pero no reveló qué planes tienen para el viejo edificio.
