TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los llamativos rótulos de cartulina con seductores mensajes como “hoy a L 40” y el “hoy se abre fardo”, causan que las tiendas de ropa usada se llenen de compradores.
Colgadas en largos percheros y en enormes bultos sobre tarimas se encuentran miles de prendas sobre en las que casi nadan las personas para encontrar sus estrenos.
Este es el caso de Carmen Rodríguez, una madre que buscaba los estrenos de sus dos hijos y de ella en una tienda en el centro de la capital.
“Andaba haciendo unos mandados y al ver las ofertas entré, ya llevo más de media hora buscando los estrenos de mis hijos y los míos. Mire, buscando bien se encuentra ropa de buena marca y a buen precio”, dijo Rodríguez mientras se estiraba para alcanzar una camisa roja.
Variedad y realidad
Según las autoridades de la Alcaldía Municipal, más de 4,000 negocios de ropa de segunda operan en la capital.
De estos, una buena parte se ubican en el centro de la ciudad, mercados de Comayagüela y colonias como la Kennedy, Hato de Enmedio y Villa Adela, entre otras.
“Estas tiendas son una gran opción para las personas que quieren estrenar ropa a buenos precios, son prendas de muy buena calidad debido a la manufactura que tienen”, expresó José Sandoval, encargado de una tienda ubicada en la colonia Kennedy.
Según el vendedor, una persona se puede comprar un buen estreno para Navidad por 500 lempiras y por 250 lempiras ya se pueden vestir de forma casual.
Un pantalón de marca le puede costar entre 200 y 250 lempiras y una camisa formal ronda los 150 lempiras.
“Nosotros tenemos todo tipo de ropa para vestir, incluso tenemos un apartado VIP, donde la ropa es seleccionada y solo de marcas”, dijo el vendedor.
Para expertos sociólogos, en esta temporada existe un alto consumismo, lo que hace que las personas busquen formas de realizar compras del hogar, ropa y alimentos.
“En el caso de las compras de la ropa de segunda viene a subsanar los estrenos que no pueden realizar aquellas personas que no tienen los suficientes recursos para adquirirlos”, reveló el sociólogo Gustavo Sánchez.
La ropa usada, traída de los Estados Unidos, llama la atención de las personas por su marca a pesar de ser usada, agregó Sánchez.