TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tegucigalpa, la capital de Honduras, podría enfrentarse a una “crisis humanitaria” por la escasez de agua que afecta a alrededor de 1.5 millones de ciudadanos, advirtió el miércoles el gerente general del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), Leonel Gómez.
De acuerdo con Gómez, la situación que viven Tegucigalpa y Comayagüela es muy preocupante, ya que con la falta de agua potable “no habría vida en la ciudad.
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“La situación en Tegucigalpa es una crisis realmente humanitaria, porque sin agua potable no hay vida en la ciudad”, afirmó el funcionario.
El gerente general del Sanaa afirmó que la crisis actual es consecuencia de “las malas administraciones pasadas”, lamentando a la vez que en los últimos años no existió una planificación para la gestión del vital líquido.
En las últimas semanas la escasez de agua se ha reflejado en gran medida en el Distrito Central debido a que se han observado largas filas de ciudadanos que buscan llenar recipientes con el vital líquido procedente de camiones cisternas que a diario se observan por la capital.
Arrecian los racionamientos durante este verano
El racionamiento de agua potable de cada siete días en la capital no será suficiente para que las represas garanticen el servicio hídrico durante este verano.
Así lo indicó el gerente de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS), Arturo Tróchez, al explicar que tendrán que hacer una mayor gestión de operación de los embalses para que los capitalinos puedan recibir el vital líquido este verano.
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“Llámese si es necesario prolongar el racionamiento del calendario de servicio o en su defecto achicarlo, pero garantizar que tendremos agua durante el verano”, dijo.
Tróchez manifestó que una de las formas para reducir los días en la distribución de agua es que en la primera quincena de mayo comiencen a aparecer las lluvias en la capital.
Por su parte, el presidente de las Juntas de Agua, Manuel Amador, lamentó los bajos niveles de las represas más la agravante de la ola de incendios forestales que son apagados con agua.
“No es cierto que ese calendario de agua se respeta cada siete días, varias colonias reciben el servicio cada ocho, nueve o hasta más de diez días”, dijo Amador.
Adelantó que la parte más difícil a la que se enfrentarán los capitalinos será en la segunda quincena de abril porque el servicio se verá reducido en un 30% o 40%.
Los niveles de las represas continúan muy acelerados hacia la baja.
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