TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La limpieza en los municipios es fundamental para la salud y el bienestar de los ciudadanos, así como para la presentación y buena imagen de los espacios públicos que generan un ambiente agradable a los residentes y visitantes.
Sin embargo, la guerra contra los desechos es de nunca acabar, pues se produce a cada segundo con la compra de productos enlatados, embolsados o embotellados que al final no termina donde deberían: el basurero.
En ese sentido, el proceso de estos inservibles requiere de una recolección y disposición de espacios que garanticen el buen manejo en el sitio de disposición final.
Actividades que necesitan un plan integral para el buen manejo de materiales, asimismo, de un presupuesto asignado a esta área de recolección.
No obstante, los municipios cercanos a la capital sufren de estas causas, pues la mayoría no cuenta con rellenos sanitarios ni recursos para pagar personal o equipo que cumpla con una serie de actividades para la limpieza urbana.
“Otra de las cosas es la educación, por más charlas que usted le dé a la gente, siempre bota la basura donde no corresponde”, lamentó Rafael Aguilar, alcalde de Ojojona.
El edil mencionó que en su municipio hacen todo lo que está al alcance para que se mantenga limpio el pueblo, pero hace falta presupuesto debido a las cantidades de basura que se recogen.
“Nosotros la amontonamos en zanjones para que la basura se vaya pudriendo, porque es la única forma que podemos hacer”, aseveró Aguilar.
Por su parte, Germán Díaz, alcalde de Sabanagrande, mencionó que el municipio tiene su propio relleno sanitario donde se clasifica los desechos solidos.
“Los residuos que sirven como abono orgánico los colocamos en un lugar, mientras que los desechos sólidos como vidrios y materiales sanitarios van a una fosa que luego cubrimos con tierra”, detalló el edil.
Las autoridades de esta localidad también mencionaron que este año recibieron 300 mil lempiras del gobierno central, los cuales se aprovecharon para realizar excavaciones que sirven para aterrar los residuos.
“Además, con ese recurso limpiamos botaderos clandestinos, colocamos rótulos y aseamos cunetas”, detalló Díaz.
Limpieza y turismo
Para el alcalde del municipio de Cantarranas, Marco Guzmán, es fundamental mantener limpio el municipio pues es parte del atractivo turístico.
“El tren de aseo pasa cuatro veces a la semana en barrios y colonias del área urbana”, indicó el entrevistado. El edil mencionó que los habitantes de Cantarranas son los que pagan por estos servicios, el cual tiene un valor de 10 lempiras mensuales.
Entre los municipios de Francisco Morazán que más se preocupan por mantener limpios los espacios públicos está San Buenaventura, un pueblo pintoresco que se identifica por su imagen agradable ante los visitantes.
“Nosotros generamos trabajo a un grupo de mujeres de escasos recursos para que el municipio esté limpio; sin embargo, nos hace falta mucho”, reconoció Andrés Amador, alcalde de la localidad.
“Nuestra gente tiene la cultura de depositar la basura en su lugar y eso nos ayuda para mantenerlo aseado, pues el pueblo limpio no es el que más se barre, sino el que menos se ensucia”, concluyó el entrevistado.
Ley marco
El especialista en gestión integral de residuos sólidos, Germán Pavón, manifestó que los municipios necesitan una ley marco de residuos que regule el tema de la basura.
“Como gobierno, lo que se tiene que hacer es desempolvar la Ley de Residuos que hicimos y creamos en el 2014”, indicó Pavón.
El experto consideró que esta ley es importante para dar buen servicio al proceso de recolección de basura, sin embargo, “está dormida o engavetada”.
Otro de los factores que trae problemas en la generación de basura es la falta de educación, “si tú educas a un ciudadano y le generas la responsabilidad de que así como recibe un servicio lo tiene que pagar, la gente aminoraría la cantidad de residuos”, explicó Pavón a EL HERALDO.
“La educación es fundamental en estos temas para reducir el problema”, concluyó.