TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hace 33 días que Ahuba Rodríguez, una joven venezolana de 21 años, salió de su país junto a sus padres, hermano y “Gabi”, su perrita.
“En Venezuela es imposible vivir”, fue el motivo que Ahuba dijo la llevó a abandonar su tierra natal. Hambre, frío, desesperación, miedo, inseguridad e incertidumbre han tenido que pasar ella y su familia desde que emprendieron su viaje con dirección hacia Estados Unidos.
Pese a los obstáculos, mantienen la esperanza de culminar su ruta y garantizar un futuro digno en el llamado país de las oportunidades.
Esta familia, originaria del estado bolivariano de Guaricó también ha sido víctima de abusos, malos tratos e indiferencia de otros centroamericanos, pero desde que llegaron a Honduras, aseguran sentirse protegidos.
Y es que pese a las advertencias que les hicieron previo a su ingreso a suelo catracho, la joven asegura que “el pueblo hondureño ha sido súper diferente a las personas de todos los países que hemos pasado. Han sido cariñosos, amables, tienen empatía, y eso es muy lindo”, dijo mientras hacía un llamado a “Gabi”.
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Agradecimiento
Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México es la ruta que los venezolanos deben seguir para llegar a su destino, pero con las recientes políticas migratorias que se implementaron en Estados Unidos, Guatemala y México arreciaron las medidas de acceso a sus territorios, lo que mantiene en espera a los migrantes en países como Honduras.
Frente a ese escenario, Angelo Parra y Alexo García, también migrantes venezolanos, buscan opciones de empleo en la capital para luego restablecer su ruta. Ambos recordaron las dificultades del camino, pero “salió el sol cuando llegamos a Honduras.
No los vamos a olvidar nunca”, dijo Angelo, mientras Alexo asentía con la cabeza.De momento, se albergan en una iglesia evangélica capitalina, cuyos pastores tuvieron la iniciativa de brindarles hospedaje, comida, ropa y hasta internet.
Su agradecimiento es evidente. Todos apoyan en tareas diarias y la mayoría sale a la calle a pedir o buscar un trabajo, confiando en que próximamente cumplirán el “sueño americano”.
En lo que va del año se reporta que 130 mil migrantes han pasado por el Distrito Central, la mayoría de ellos venezolanos, y para el siguiente año las autoridades locales y de Migración estiman que la cifra aumente a 220 mil.
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¿Hay un plan?
Un centro de atención a migrantes es la apuesta que tienen las autoridades hondureñas. Representantes de la Alcaldía, Salud, Educación, Migración y Sedesol se reunieron para poner en marcha un proyecto que regule el tránsito de migrantes por la ciudad.
EL HERALDO conoció que el Poder Ejecutivo respalda la iniciativa y en unos días dará a conocer la partida presupuestaria que se destinará al proyecto en el que la AMDC pondrá una contrapartida. El proyecto iniciará como provisional, pero a largo plazo estiman tener una infraestructura que permita acoger a unos 5,000 migrantes al día.
Las opiniones
Andrea Esquivel, migrante venezolana
“Ha sido difícil la trayectoria. Ya me quiero regresar. Antes de llegar a Honduras, nos advertían que debíamos salir rápido porque aquí eran malos, pero es todo lo contrario, nos han ayudado mucho”.
Russel Garay, Director Despacho Municipal
“Queremos ser solidarios y justos, pero tratamos de evitar una deuda de personas en indigencia que puede convertirse en un problema social y de delitos. Ya estamos trabajamos en un proyecto”.
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