Tegucigalpa

Capitalinos resignados a alquilar en zonas de riesgo por bajos ingresos

Decenas de familias capitalinas se enfrentan a esta dura decisión debido a la presión económica, pues el salario promedio es menor a 10,000 lempiras. Hay que elegir entre alimentarse, vestirse o la comodidad
02.09.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El anhelo de todo hondureño y de todo capitalino específicamente es poseer una casa propia. No obstante, el factor económico a menudo resulta un desafío para la mayoría que tiene un salario menor a 10,000 lempiras.

A diario las familias deben ponderar entre una y otra necesidad básica: comer, vestir, cómo trasladarse hacia sus trabajos e incluso dónde vivir.

Con un ingreso inferior a los 9,000 lempiras, doña Leticia Salgado, ua madre soltera capitalina, debe cuidar a sus tres hijos y asegurarse de su sano entorno mientras crecen.

Su condición económica solo le permite costear un apartamento de menos de 3,000 lempiras o buscar una casa modesta en colonias de baja plusvalía, pero con mayor riesgo de inseguridad.

“Nos hemos visto obligados a mudarnos de casa en tres veces debido a los alquileres excesivos que no puedo pagar. Me duele ver a mis hijos pasar por esto. Desearía tener un lugar donde nadie me moleste”, manifestó Salgado, cuyas lágrimas reflejaban su impotencia.

Con voz suave y quebrada, ofreció una oración por este medio por todos aquellos que carecen de un hogar estable.

El economista Mauro Sierra, explicó con pesar que en contextos urbanos como el presentado, donde los costos de vida son más altos, los desafíos de vivienda pueden agravarse.

“La competencia por recursos limitados, como hogares más asequibles, puede afectar de manera desproporcionada a los trabajadores con ingresos más bajos”.

Dificultades

En caso de encontrar un lugar a bajos costos, los inquilinos cuentan con una ley que los protege, pero no disponen de una institución que regule los precios de alquiler.

EL HERALDO buscó información al respecto en el Departamento Administrativo de Inquilinato, ubicado en el Centro Cívico Gubernamental (CCG), pero por la movilización de Libertad y Refundación (Libre) no fue atendido.

Sin embargo, dialogó con expertos en derecho quienes detallaron que la Ley de Inquilinato puede ser beneficiosa y perjudicial en algunos casos.

“Esta ley ayuda a evitar que los propietarios aumenten los alquileres de manera excesiva o que desalojen a la gente de manera injusta, pero también es difícil llevar un caso cuando existen acuerdos verbales y no escritos, ya que no se dispone de un fundamento claro en el cual basarse”, señaló el abogado Mario Valladares.

Los arrendatarios justifican los aumentos a los alquileres porque las propiedades fueron mejoradas y cuentan con mejores condiciones.

“Los incrementos en el alquiler pueden parecer significativos porque ahora contamos con seguridad, internet, servicios públicos y mejores espacios”, indicó Cintia López, una propietaria.