TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fueron secuestrados de las copas de los árboles, bosques densos y de verdes montañas, espacios que fueron su hábitat natural.
Los crueles captores son personas que se quieren aprovechar de la belleza de sus plumas, pelaje y que para algunas personas son exóticas mascotas.
Pero estas aves, felinos y mamíferos tienen una segunda oportunidad de volver a ser felices en el único lugar donde deben estar.
Desde 2018 en el Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente C-9 de las Fuerzas Armadas se creó el Centro de Rescate, Rehabilitación y Liberación de Fauna Silvestre, ubicado en la capital.
Katya Sánchez, unas de las biólogas encargadas del centro, informó que en la actualidad tiene 135 animales, entre aves, felinos y mamíferos.
“El proceso de cada animal es diferente y esto depende en las condiciones que venga, puede tardar entre unos cuatro meses hasta más de un año, ya que acá los preparamos para que puedan regresar a su hábitat”, explicó Sánchez.
En el centro de rescate hay jaguares, tigrillos, loras, pericos, guaras verdes y rojas, así como zorros grises.
Los animales llegan producto de decomisos realizados por el Instituto de Conservación Forestal (ICF) , Fuerzas Armadas y la Fiscalía provenientes de Olancho, La Ceiba, San Pedro Sula, Yoro y la zona sur del país.
Se han logrado liberar más de 200 animales de diferentes especies luego de pasar todos los procesos y que se garantiza su sobrevivencia en la naturaleza.
Las liberaciones se han realizado en la Biósfera del Río Plátano, Olancho y zona sur del país.
“Las liberaciones se hacen en zonas donde haya registros de los animales y donde haya poca población, y tratamos de dar seguimiento”, expresó Sánchez.