Comayagüela. Al ritmo de piezas folclóricas y tradicionales, los locatarios del mercado San Isidro de Comayagüela terminaron los festejos de su histórica feria patronal.
La primera exhibición artística estuvo a cargo del reconocido cuadro de danzas folclóricas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Posteriormente, los adjudicatarios rememoraron y se deleitaron con la música de cuerdas, interpretada por el conjunto Gigantes de Sol.
Asimismo, los organizadores buscaron talentos entre los mismos comerciantes para cerrar el día festivo con jornadas de canto en español e inglés.
“Gracias a Dios, las personas y las instituciones que nos apoyaron, todo terminó de mejor manera”, indicó Julio Flores, vocal I de la Asociación de Vendedores del Mercado San Isidro (Asovemesi).
La feria patronal inició el pasado 15 de mayo, día de San Isidro Labrador, y continuó por cuatro días con un programa de celebraciones religiosas, artísticas y populares.
Entre las actividades solemnes sobresale la misa de acción de gracias por un año más de labores en la plaza comercial, explicó Flores.
Además, a tono con las últimas tendencias, efectuaron una exhibición de arte urbano, con patinadores, coreografías modernas y canto al estilo beat box.
Historia y retos
El directivo recordó que el mercado San Isidro es una plaza emblemática en el corazón del centro histórico de Comayagüela, que data de 1888.
Durante este tiempo, el histórico comercio ha sobrevivido a duros embates, como los incendios por la guerra civil de la década de 1920 y el más reciente de 2012, recordó.
La plaza de ventas está conformado por 915 puestos, de los cuales dependen 2,500 personas, detalló el directivo.
Flores destacó que el mercado ofrece precios cómodos y seguridad a los compradores, a través de elementos privados y un sistema de cámaras de vigilancia.
Entre los retos tienen la meta de mejorar el acceso por la aglomeración de vendedores estacionarios y la reconstrucción de los puestos dañados, señaló.
Durante una semana la emblemática plaza comercial se revistió de fiesta para conmemorar un año más de trabajo.
