TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Muchos comerciantes ubicados en la carretera que de la capital conduce al departamento de Olancho ya sienten el impacto por las bajas ventas de sus productos, pues el pesado tráfico que se vive actualmente por la reparación de la vía motiva a que los viajeros busquen otras alternativas.
“La situación del tránsito de automóviles nos afecta enormemente, no nos imaginamos que iba a haber tanto impacto”, lamentó Cristina Chandías, propietaria de una panadería ubicada en el kilómetro 17 de la salida a Olancho.
La emprendedora refirió que “parece que falta coordinación y ordenamiento para que los carros puedan transitar más fluidamente”.
El proyecto de pavimentación está presupuestado para reparar un tramo de más de siete kilómetros, lo que lleva a que los comerciantes tengan dificultades para vender, pues se forma un pesado tráfico debido al funcionamiento de solo una vía donde los carros hacen un compás de espera para pasar.
El tráfico comenzó “casi desde que comenzaron los movimientos de tierra y los nivelamientos, pero más se ha sentido ahorita que están fundiendo la calle, debido al espacio angosto donde no pueden correr dos carros a la vez, entonces, solo de uno en uno y se tardan más de una hora”, detalló Chandías.
La entrevistada calculó que al menos un 60% de sus ventas se ha ido abajo, por lo que suplica a las autoridades que terminen el proyecto lo más pronto posible.
Por su parte, Francisco Castellanos, administrador de un restaurante ubicado en la zona cinco de la Cerro Grande, manifestó que su negocio ha caído en un 50%: “Las ventas han bajado, a veces no se llega ni a la mitad de lo que se vende normalmente en un día de la semana”.
Expuso que de unos 70 clientes que llegaban cuando no estaba el proyecto de reparación, “al menos me compran unas 30 a 35 personas. Lo mismo pasa los fines de semana, pues de 150 que me compraban, ahora lo más que llegan son unos 70 clientes”.
Al igual que los anteriores, varios emprendedores de diferentes rubros (llanteras, gimnasios, gasolineras y otros) manifestaron su preocupación debido al poco movimiento en las ventas de sus productos.
Esta problemática no solo afecta a los negocios, también a las personas que viajan por diversos motivos al Distrito Central. “Para llegar a la escuela me estoy 1:40 minutos, he pretendido a veces irme más temprano y me estoy dos horas”, manifestó Karen Lezama, quien viene desde Talanga a impartir clases a la Escuela Cerro Grande II.
Sin embargo, a pesar de las bajas ventas y los atrasos por el caos vehicular, varias personas son conscientes y piden a las autoridades que realicen un trabajo bien hecho y que valga la pena la espera.
Por su parte, Benjamín Bustamante, director de Ordenamiento Territorial, expresó que la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) colabora en conjunto con la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), proporcionando personal técnico que ayuda a ordenar el tráfico en la salida a Olancho.
El funcionario detalló que la Policía Municipal, la Gerencia de Movilidad Urbana y otros se encargan de agilizar el tránsito.
Asimismo, indicó que la Alcaldía junto a la SIT han buscado rutas alternas que ayudan a reducir el caos vehicular, entre ellas la antigua carretera a Olancho, lo mismo la CA-5 que conecta la aldea Río Hondo y el cementerio Santa Cruz Memorial