TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Después de casi un mes de estar envuelta en una densa capa de humo, hoy viernes, la capital hondureña está finalmente viendo cómo sus cielos azules vuelven a despejarse. Sin embargo, las preocupaciones persisten: ¿estos avances podrían retroceder?
Con la amenaza constante de incendios forestales y la actividad industrial, existe la posibilidad de que la claridad del aire sea cambiante.
Pese a que en los últimos dos días. Tegucigalpa reportó niveles de contaminación en los aires menores a 50, según la base de datos en tiempo real del portal IQAir, calificado como “Bueno”.
Es importante reconocer que los cambios ambientales pueden ser volátiles y sujetos a retrocesos, pues hasta la fecha, el territorio hondureño sigue reportando incendios diariamente.
La calidad del aire y la presencia de humo pueden verse afectadas por una variedad de factores, y hundirnos nuevamente a la capa grisácea que cubrió la capital.
¿Podemos bajar la guardia?
Aunque las condiciones climáticas parecen dar tregua a la salud de los pulmones hondureños, esto no significa que no podamos volver a la misma situación en cuestión de horas.
Es importante uno de los principales factores que llevó a la capital a considerarse la ciudad más contaminada del mundo, fue la ola de incendios registrada en los primeros cuatro meses del año.
Para mantener los cielos claros y proteger la salud pública, es crucial que se implementen políticas y prácticas sostenibles que reduzcan la contaminación y promuevan la conservación ambiental.
En ese contexto, expertos advierten que se necesitan medidas urgentes para poder mantener bajo control la situación.