Tegucigalpa, Honduras
Contar con un aula equipada con aparatos de última tecnología es el sueño de cualquier alumno en la actualidad.
Este beneficio es el que gozan los estudiantes de la carrera técnica de Terapia Funcional de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), luego de una inversión de 22 millones de lempiras.
Y es que los laboratorios donde reciben las enseñanzas los educandos son los mismos que utilizan los universitarios al desarrollar sus prácticas en el Centro de Diagnóstico de Imágenes Biomédicas de Investigación y Rehabilitación (CDIBIR).
En este espacio asistencial, los alumnos que prestan el servicio social de la carrera atienden más de 30 pacientes que presentan dolencias físicas y que han acudido al CDIBIR para recibir terapias.
Ethel Maldonado, coordinadora de la carrera, aseguró que los estudiantes que son formados en la UNAH son educados con profesionalismo, amor y solidaridad al prójimo.
Maldonado comentó que para afianzar el conocimiento en los educandos, la carrera técnica tiene laboratorios que funcionan como una antesala.
En el área de terapia física existen cubículos con gimnasio, caminadoras, gradas y bañeras especiales para la realización de la hidroterapia.
En el caso de la terapia ocupacional, el centro de diagnóstico posee una cocina equipada, estufa, refrigeradora, microondas y baños.
“En esa área se ayuda a los pacientes con el fin de que puedan realizar las actividades diarias sin ningún problema”, destacó la funcionaria.
Cada enfermo recibe al menos una hora de terapia, pues es personalizada la atención, detalló Maldonado.
Logros importantes de la carrera
La carrera de Terapia Funcional posee una matrícula de 772 estudiantes. De estos 645 son de primer ingreso, 106 de segundo año y 51 de tercer año.
Las autoridades universitarias informaron que en años anteriores la matrícula por trimestre era de 50 estudiantes, pero este año se ha alcanzado un incremento de 595 estudiantes.
Para atender la demanda estudiantil, la carrera es cubierta con 11 maestros.
“Aún con nuestros docentes estamos viendo qué hacer para atender la matrícula que existe en este momento”, explicó la entrevistada, luego de informar que el crecimiento estudiantil en esta área en el último año es elevado.
“Aún recuerdo cuando retorné al país, después de sacar la especialidad en el extranjero, en ese entonces se tenía poco conocimiento de la terapia funcional”, recordó Nery Madrid, director y fundador de la carrera.
-¿Y ahora con quién voy a trabajar?
Fue una de las primeras interrogantes que se planteó Madrid tras su llegada a Honduras. Para ese momento y tras una investigación, el galeno identificó que el 97% de las personas que prestaban el servicio como terapistas lo hacían de manera empírica.
“Y es ahí donde comencé mi tarea, en los años 90 tuve la iniciativa de crear una carrera técnica para que las personas tuvieran el conocimiento de forma profesional”, afirmó.
Después de siete años de haber comenzado el proyecto se aprobó el plan de estudios y en la actualidad se analiza la apertura de una licenciatura.
“Me siento orgulloso de estos 21 años, agradezco a la exrectora Julieta Castellanos por su gran apoyo, a las instituciones que han permitido la realización de este sueño”, concluyó.