Tegucigalpa, Honduras
Dolores de hombros, rodillas, espalda y hasta problemas en la voz son muy frecuentes y se han convertido en un problema recurrente para centenares de personas.
Sin embargo, esos malestares se pueden tratar a través de programas terapéuticos que se realizan en las escuelas del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Sonia Flores de Fajardo, especialista en fisiatría, encargada de la Unidad de Rehabilitación del IHSS, explicó que en la actualidad existen cuatro escuelas: de espalda, de rodilla, de hombro y de voz.
“La escuela de espalda consiste en que el paciente aprenda a manejar su columna a manera de prevenir dolores lumbares o cervicales. O también que aquellos pacientes que ya tienen dolor conozcan cómo controlar el dolor y cómo prevenir las recaídas”, explicó Flores.
A los pacientes se les enseñan las normas de postura y de ejercicio que se deben realizar para evitar los malestares.
“En la medida que los pacientes se adhieran a las normas de higiene postural o al ejercicio, las recaídas van a disminuir o van a desaparecer, especialmente cuando el problema del dolor no es por una enfermedad seria, sino por un traumatismo”, detalló la especialista en fisiatría.
Los médicos generales o especialistas consideran que todo paciente con dolor vertebral debe ir a la escuela de espalda.
Es por eso que aquel paciente que tiene una enfermedad muy seria debe recibir atención para esa enfermedad.
Para quienes padecen de “dolores benignos” el programa de la escuela de espalda les ayuda a calmar o desaparecer los malestares.
Esta es una iniciativa de la Unidad de Rehabilitación del Centro de San Pedro Sula en 2010, el cual inició con los trabajadores de las maquilas y se extendió a Tegucigalpa.
Actualmente se atienden en la capital cuatro grupos de diez a doce personas en horarios de mañana y tarde.
Los técnicos en terapia, que son los que se encargan de impartir las clases, consideran que “al paciente que es obediente le va bien y al que es desobediente le va mal”.
El paciente que no se mejora con los programas terapéuticos es porque tienen “banderas rojas” y debe ser tratado por la parte médica.
Una persona que tiene “bandera roja” es aquella que presenta antecedentes de cáncer, pérdida de peso, fiebre o que el dolor no baja con medicamentos, que toma medicamentos como esteroides o que ha sufrido un accidente automovilístico.
Otros programas
También está la escuela de rodilla. Ahí se atiende a los pacientes que por lo general han recibido traumas y han estado en rehabilitación individual.
Lo que se busca con este plan es el fortalecimiento de los músculos que activan la rodilla.
Aquellas personas que no toleran los ejercicios terapéuticos deben solicitar una cita en el área de fisiatría.
Igual existe una escuela de hombro donde se fortalece al paciente y donde también se le somete a ejercicios.
Otro de los programas es la escuela de voz, que es dirigida por la especialidad de foniatría a través de un médico especialista en comunicación humana.
Esta terapia es para todos aquellos capitalinos que tienen problemas con la voz, como los maestros y los periodistas, porque dedican la mayor parte de su tiempo a hablar y tienen problemas en sus cuerdas vocales.
La demanda de estos programas cada día va en aumento debido a que se atiende a niños hasta los 18 años.
Remisión
El médico es quien evalúa y determina qué paciente es el que va a mandar a la escuela de rodilla.
Generalmente son personas afectadas con enfermedades como artrosis de rodilla, que enfrentan las personas a partir de los 30 años.
La evidencia científica establece que lo que más ayuda a los pacientes es el fortalecimiento de los músculos y es por eso que se recomienda este tipo de tratamientos.
En la escuela de rodilla se fortalecen los músculos, tanto a los pacientes fracturados como a los pacientes con artrosis de rodilla o con tendinopatías.
Por su parte, en la escuela de voz la especialista es la foniatra, quien es la persona que contribuye a mejorar la voz de cada uno de los pacientes.
Los candidatos a ser tratados en cada uno de los programas por técnicos en terapia física, antes deben ser referidos por un médico general o por un especialista.