TEGUCIGALPA, Honduras.
Pese a la tímida inversión en materia de infraestructura vial y la disimulada atención a los problemas de la ciudad en los primeros 100 días de gestión, el alcalde Nasry Asfura conserva un aceptable grado de credibilidad ante la sociedad capitalina.
Al menos así lo revela un sondeo sobre la función del edil como autoridad local que realizó la sección Metro de diario EL HERALDO con los líderes de diferentes organizaciones de sociedad civil y población en general.
En un rango del 1 al 100 de evaluación de su administración, Asfura obtiene un promedio de 70.45 por ciento de calificación.
Las asociaciones profesionales, transportistas, vendedores y capitalinos en general aún confían en la buena voluntad del alcalde por encaminar la ciudad hacia su desarrollo.
Sin embargo, los entrevistados reconocen que falta mucho por hacer en materia de infraestructura vial, agua, programas en barrios y colonias y para agilizar los procesos administrativos en la municipalidad.
Las principales materia pendientes que no le permiten al edil alcanzar un 100 por ciento de calificación son: el rezago del Trans 450, falta de celeridad en la emisión de permisos, el lento avance de las obras de infraestructura, mal manejo de los desechos sólidos y el letargo en la municipalización de los sistemas de agua y saneamiento.
Inversión
Los sectores dedicados a la inversión, como la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico) y el Colegio de Arquitectos de Honduras (CAH), califican al edil con un 80 por ciento.
Óscar Calona, presidente de la Chico, asegura que Asfura se ha preocupado por cambiar el formato de los permisos de construcción y eso genera confianza en el sector.
“Lo que resta por hacer es crear la ventanilla única para emisión de permisos, esta es una solicitud que hemos hecho desde hace muchos años para agilizar la puesta en marcha de nuevas construcciones y con ello dinamizar la economía de la capital”, manifestó. Por otro lado, la Chico pide que se concrete el proceso de municipalización de los servicios de agua potable y saneamiento, que por su débil cobertura en la capital estancan la generación de nuevas urbanizaciones y complejos comerciales.
Para Jacobo Bertrand, presidente del CAH, la gestión de Asfura puede calificarse como aceptable, también en un rango del 80 por ciento.
“Ha sido una gestión aceptable porque ha mostrado preocupación por resolver los principales problemas, 100 días es un tiempo limitado y por ahora le vemos actitud”, expresó.
Entre los vacíos que detecta Bertrand, están: el lento avance del sistema masivo de transporte para la ciudad, el Trans 450, el proceso de municipalización del agua y la falta de participación de las organizaciones profesionales en las decisiones municipales.
“Creo que el alcalde Asfura debe transparentar su administración para lograr un mayor respaldo de la población”, afirmó.
Rafael Medina, director ejecutivo de la CCIT, coincide en la necesidad de concluir el proyecto del Trans 450 y en la simplificación de trámites municipales.
A la vez recomendó al edil mejorar la recaudación tributaria, incentivar el turismo de la capital y promocionarla como centro de negocios. Aunque no se aventuró a dar una calificación, aseguró que ve con optimismo la administración Asfura.
Sociedad civil
En el rubro del transporte el edil mantiene una popularidad del 90 por ciento.
Según los líderes del rubro ha logrado trabajar de la mano con este sector para mejorar el sistema de transporte.
Empero, la popularidad del alcalde sufre una baja considerable entre la población en general, pues los capitalinos lo evalúan con un 60 por ciento.
Los ciudadanos sustentan su pobre calificación en el mal manejo de desechos sólidos, el elevado tráfico que se mantiene en la ciudad y la pobre rehabilitación de las calles.
Ricardo Medina, de profesión albañil asegura que no observa ningún cambio en la ciudad que lo haga pensar que las cosas van a mejorar.
Si se suman las calificaciones de todos los sectores consultados, el alcalde alcanzó 775 puntos lo que deja a su gestión con un promedio de 70 por ciento, el índice más bajo de aprobación.