TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La zona cero de la colonia Guillén se convirtió en la pesadilla de muchas familias capitalinas que viven en zonas de alto riesgo.
Varios meses después de esta tragedia la falla que se activó en la zona sigue en movimiento, y para tener bajo control y estudios, las autoridades de la Alcaldía Municipal han instalados aparatos de medición.
Ingrid Flores, titular de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo (UMGIR), explicó ayer que el movimiento de ladera que se reportó hace unos días es algo que se esperaba por las fuertes lluvias.
“La colonia Guillén está siendo monitoreada de forma permanente, tenemos instalados seis inclinómetros, seis piezómetros, tenemos 15 mingos de concreto y dos extensómetros, todo nos permite conocer si hay movimientos”, detalló Flores.
Estos instrumentos han permitido medir que durante el último mes, en la zona se ha reportado un movimiento de cinco milímetros.
“Esto es un movimiento normal en un bloque de deslizamiento es normal en la temporada de lluvia, no habría porque alarmarse en este momento, ya que el deslizamiento se está comportando normal”, recalcó la experta.
Y esto a pesar que en la zona se ha reportado una gran cantidad de agua acumulada en los últimos días.
Además en la zona se hacen constantes recorridos con el personal de la comuna para verificar que no haya daños en las estructuras aledañas a la zona cero.
Por otra parte se anunció que en tres meses se entregarán las primeras viviendas de las familias afectadas que perdieron sus viviendas el año pasado.
Son más de 100 viviendas las que se construirán en la primera etapa.