Tegucigalpa,Honduras
Entre los problemas urbanos que experimenta la ciudad hay uno del que los capitalinos son los principales responsables.
Que la ciudad luzca careta y desaliñada se debe a que sus pobladores botan la basura en cualquier parte.
El descaro llega a tal grado que hasta debajo de los rótulos que advierten que la zona es un lugar protegido y vigilado por las autoridades edilicias, los irresponsables se mofan de la ley y depositan enormes cantidades de desechos, en la mayoría de las ocasiones al caer la noche o la madrugada. ¿Tan sucios somos los capitalinos que ocupamos de multas y castigos para cuidar la ciudad que habitamos?
Pareciera que sí, porque en la capital se han identificado más de 400 puntos ilegales de basura, y según un estudio de la comuna el 42% de sus pobladores no respeta el horario del tren de aseo, y el 81% de los usuarios ignora el horario.
En la ciudad cada año se producen 280 mil toneladas de basura, de acuerdo con cifras de la Superintendencia de Aseo Municipal.
Enemigos del ambiente
Ante la inconsciencia de los ciudadanos, las autoridades municipales han iniciado un plan de vigilancia para evitar la proliferación de puntos ilegales de desechos en el Distrito Central.
En diez sectores se han instalado advertencias y vigilancia para erradicar este problema que desencadena una grave contaminación ambiental.
Uno de ellos es a la altura del kilómetro 11 de la carretera que conduce al norte del país. En este lugar hay presencia de un inspector de la comuna de 7:30 AM hasta las 4:00 PM.
Este espacio se ha logrado recuperar del atentado ambiental del que era víctima, en horas del día según el personal del gobierno local, sin embargo, cuando el inspector se retira de la zona, los enemigos de la naturaleza aprovechan para depositar los desechos, que en su mayoría son residuos orgánicos.
El Barrio Abajo, Los Dolores, parque La Leona, parque Valle, sexta y séptima avenida de Comayagüela son otros sectores que permanecen custodiados.
Para eliminar un punto ilegal de basura en una comunidad se requieren de hasta 60 días, informó Dagoberto Padilla, jefe de las microempresas de barrido de la comuna capitalina. De manera que en dos meses se pueden erradicar un estimado de diez botaderos ilegales.
Atención del botadero
Otra de las tareas que realiza la comuna es el mantenimiento del botadero municipal, localizado en la salida hacia Olancho.
En este lugar, 50 barrenderos retiraron la maleza y la basura que cae en el corredor hacia el depósito. Además, se inspeccionó el cierre próximo de la celda número uno, la cual tendrá una duración de dos meses y la apertura de la celda de Los Españoles, que se habilitará durante 14 meses. Con estas celdas habrá capacidad para atender hasta 360 mil toneladas de basura, informó German Pavón, titular de la Superintendencia de Aseo Municipal.