Comayagüela, Honduras
Uno de los carriles del bulevar del Norte, a la altura de la colonia Torocagua, se convirtió en un parqueo improvisado.
La causa fue la paralización de labores que ejecutaron los conductores de siete rutas de buses del sector norte de la capital.
La suspensión temporal del servicio surge ante la renuencia de los conductores a acatar la ley y continuar en la anarquía.
Y es que exponen como justificación del paro que son objeto de multas constantes por parte de las autoridades de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) por las faltas que cometen.
“Nosotros estamos cansados del exceso de multas que nos aplican, le aseguro que el 90 por ciento de los conductores que trabajamos en esta ruta de El Carrizal estamos con la licencia suspendida”, expresó uno de los manifestantes.
Las sanciones que aseguran recibir son por sobrecarga de pasajeros, elevada velocidad, invasión de rutas, falta de documentos y bajar o subir pasajeros en lugares prohibidos.
“Muchos compañeros se están quedando sin trabajo porque con la reincidencia de las faltas se quedan sin licencia”, agregó.
Normas
Los conductores informaron que están de acuerdo con que se apliquen multas a los conductores que infringen la ley, pero con la protesta se contradicen.
“Nosotros no contamos con personal debido al peligro que hay en el rubro del transporte y con la cancelación de licencias nos están afectando”, expresó Jorge Lanza, dirigente del transporte en la capital.
Las unidades de las rutas que convergen en la colonia El Carrizal fueron las que dejaron de realizar los recorridos por varias horas.
Los conductores de unas 300 unidades participaron en la manifestación, los que viajan hacia las colonias Miraflores, el centro, la Sosa, Barrio Abajo, El Prado y mercado.
Las autoridades de la DNVT expresaron que las sanciones seguirán para los conductores irresponsables. “Hacemos un trabajo preventivo, estamos en las calles para crear orden”, expresó José Estévez, vocero de la DNVT.
Ante el paro de los recorridos, centenares de capitalinos se vieron obligados a caminar desde El Carrizal hacia el centro de la capital