TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Por muchos años ser conductor de un bus lo volvía alguien responsable y que se ganaba el cariño de los pasajeros en los barrios y colonias, ya que por décadas una sola persona conducía la misma unidad.
La delincuencia y los años de cansancio han alejado del volante a muchos hombres que por más de dos décadas han trabajado en el rubro del transporte en la capital.
En la actualidad la mayoría de los trabajadores del volante son jóvenes imprudentes que causan peleas, accidentes y brindan un pésimo servicio a los usuarios. Hay excepciones, pocas, pero las hay.
Y es que en las últimas semanas se ha hecho frecuente que un conductor del transporte urbano sea el protagonista de una pelea o un accidente vial en el cual resultan varios pasajeros heridos, siempre la principal causa es por la “guerra del centavo”, mejor conocida por ir “pelando línea”.
A esto se le suma el mal servicio que dan los operarios con los malos tratos a los pasajeros, como por ejemplo, no suben a personas de la tercera edad por la rebaja que tienen, según la ley.
¿Regulación?
Según la Ley de Tránsito, en el artículo 48, se especifica cuáles son los seis requisitos que una persona debe cumplir para tramitar una licencia de conducir transporte de pasajeros y carga.
El primero es tener una edad mínima de 25 años, haber cursado la educación primaria completa, haber aprobado un curso especial para conductores de transporte de pasajeros o de carga impartido por el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), no tener antecedentes penales, estar en el ejercicio de los derechos ciudadanos, presentar la tarjeta de identidad y los exámenes médicos, y tener por lo menos cinco años de experiencia en la conducción de vehículos livianos con la licencia respectiva.
Pero la realidad es otra, los dueños de las unidades lo único que solicitan es que el conductor tenga su licencia de conducir pesada, sin exigir otro documento ni pasar por algún tipo de prueba o filtro.Y es que según los dirigentes del transporte casi nadie está dispuesto a trabajar de conductor por el alto riesgo que existe.
“La mano de obra buena, aquellos que tenían más de 10 años de experiencia se han retirado de esto, ha habido un relevo generacional que no ha sido el mejor, ahora las ‘brochas’ y los choferes son los conductores, personal calificado de la vieja escuela no tenemos a casi nadie”, lamentó Gerardo Aguilar, transportista de la capital.
También otro de los problemas es que algunos de los conductores laboran bajo los efectos del alcohol o algún tipo de droga.“Todos los accidentes son culpa de los choferes, esto no pasa por desperfectos mecánicos o por culpa de terceros, sino por la irresponsabilidad y falta de experiencia de los conductores”, agregó Aguilar.
Para lograr mejorar el servicio por parte de los operarios se debe certificar y depurar a los conductores, asegura la dirigencia del rubro.
Para Franco Cálix, un capitalino de 65 años, el servicio de transporte cada vez es peor: “A uno por ser viejo no lo quieren llevar, con otros hay que pelear el descuento y cuando esos locos pelean línea, uno baja todos los santos para que no lo vayan a matar. Hace unos 30 años esto no era así”, reclamó.