Tegucigalpa

Construcción del templo Santa María Goretti necesita ayuda

El 40 por ciento de las obras realizadas a lo largo de 25 años se han logrado por el esfuerzo y el empeño de la comunidad religiosa. Hacen el llamado a la Arquidiócesis de Tegucigalpa para que les brinde ayuda

10.08.2018

Comayagüela, Honduras
La eucaristía la celebran los martes y los domingos en una galera improvisada, donde el fervor y la devoción se hacen presente y sumado a ello, el anhelo de tener un templo digno para alabar al Rey de Cielos y Tierra.

Ya pasan 25 años, el equivalente a un cuarto de siglo o cinco lustros, y un grupo de feligreses católicos de la Residencial Alemán continúan en pie de lucha hasta lograr su objetivo.

Y es que como enuncia la cita bíblica del Evangelio de San Lucas 9:62: “Que una vez, con las manos puestas en el arado, no hay que mirar hacia atrás”, pues ellos seguirán firmes hacia adelante.

¿Pero cuál es el objetivo que los fieles anhelan cumplir? Pues finalizar el proyecto de construcción de la iglesia Santa María Goretti.

Empeño
Así como Moisés peregrinó 40 años en el desierto hasta llevar al pueblo escogido de Dios a la tierra prometida, esta comunidad religiosa, que pertenece a la parroquia Santa María Reina, seguirá en su misión sin cansancio ni descanso.

El templo dedicado a la “Santa pequeña y dulce mártir de la pureza” se levanta en un terreno que consta de 4,496 metros cuadrados.

En ella han construido una galera improvisada dispuesta de sillas, el altar y algunas imágenes religiosas, paredes de ladrillo, dispuestas para futuros salones y una caseta para ventas.

Lo logrado hasta el momento, que significa un 40 por ciento, representa la entrega y el sacrificio por parte de los miembros.

“Todo lo que se ha hecho es a puro esfuerzo. Hacemos venta de comidas, tardeadas, rifas y otras actividades y así es como hemos ido levantando nuestra iglesia”, informó José Concepción García, coordinador del Movimiento de la Renovación Carismática.

El proyecto es ambicioso y requiere de una inversión de cuatro millones de lempiras, ya que no solo se trata de la iglesia. También se incluyen una sala velatoria, un centro para sacerdotes jubilados, albergues para compatriotas deportados, salas de capacitación de catequesis, formación familiar y otras.

“Tenemos interés en el rescate de los jóvenes y llevarlos por el buen camino. Somos una comunidad religiosa donde se reúnen muchos jóvenes, queremos promover los valores en la familia, por ellos necesitamos el templo”, insistió García.

Sin apoyo
En este proyecto donde la comunidad está integrada por no menos de 500 feligreses, han tenido que remar solos, sin apoyo.

La única ayuda que han recibido es la de la Alcaldía Municipal, que les ha colaborado en el relleno del terreno y levantamiento de muros, pero nada de parte de la Arquidiócesis de Tegucigalpa.

“Hacemos un llamado a la Iglesia Católica para que nos apoye, nos brinde ayuda, porque aún falta mucho que hacer”, manifestó Carlos Morales, un feligrés.

Un proyecto urgente es la construcción de sanitarios, pero para ello necesitan tener una conexión para las aguas negras y en esto el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados les ha cerrado las puertas. El único que no les ha cerrado las puertas es Dios, quien ha puesto en los feligreses fe y buena voluntad.