TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Además de registrar el peor Índice de Calidad de Aire (ICA) del continente y posicionarse como una de las ciudades más contaminadas en todo el planeta, la capital hondureña está bajo la amenaza del posible ingreso de polvo del Sahara.
De manera sencilla y sin abreviaturas que generan confusión, existen seis niveles que miden el ICA en determinada región siendo el sexto el más contaminado. Tegucigalpa hasta esta noche del martes 7 de mayo estaba entre la cuarta y quinta posición con una ICA perjudicial.
Ingrid Flores, jefa de Proyectos de Mitigación de Riesgos de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgos (UMGIR) explicó que bajo las actuales condiciones de contaminación, si se añade el polvo del Sahara empeorará más la calidad del aire.
“El inicio del ciclo del polvo del Sahara inicia la próxima semana, es posible que estemos recibiéndolo y se una a las partículas que ya tenemos. Normalmente cuando llega al país no afecta, recordemos que son partículas minúsculas con minerales pero en este momento sumarle puede provocar que los niveles se disparen un poco de manera negativa”, explicó.
Ante la posible mezcla, Flores no descartó que en lugar de obtener los beneficios de los minerales se reflejará mayor contaminación ya que las partículas de suspensión que son monitoreadas en las estaciones meteorológicas miden polvo, hollín, polen, humo, gases y humedad.
Aunque el arribo del polvo usualmente es en junio y julio, la titular de UMGIR explicó que el desplazamiento no es inmediato y las eventualidades en el mundo serán percibidas por la transición entre el fenómeno del niño a la niña.
“Estaremos en contante monitoreo, esperamos que esas partículas no lleguen tan densificadas y no sume a la calidad del aire, por eso el tema de teletrabajo y sacar los niños de las escuelas ayudará a disminuir vehículos en las calles y debería mejorar la calidad del aire”, argumentó.
Origen y permanencia de la contaminación
Manuel Rodríguez feje del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (IHCT) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), explicó en conferencia de prensa que el fenómeno de contaminación que azota la capital no es aislado y son condiciones endémicas que inician desde la temporada seca y se agudizan hasta antes de las lluvias.
“Las condiciones se dan, específicamente en el Distrito Central, por la contaminación aportada por incendios más el uso de vehículos y la quema de combustibles fósiles hacen que se queden atrapados en las capas inferiores de la atmosfera sin poder moverse”, detalló el experto.
Por su parte Josué Mejía, coordinador de la carrera técnica de Meteorología en la UNAH detalló que hay una inversión térmica que genera una “tapadera” que impide que el viento pueda disipar la contaminación.
“Técnicamente estamos en un agujero rodeado por cerros lo que forma una tapadera. Todos los años tenemos ese tipo de inversiones antes de la transición de la época seca y lluviosa. Este año se ha intensificado por la gran cantidad de quemas en Nicaragua y en nuestro territorio no solo por quema de bosques, también por malas prácticas de quemar para sembrar o eliminar garrapatas”, argumentó.
Aunque hay presencia de viento, Mejía detalló que es muy débil y no logra disipar los contaminantes, no obstante por la tarde con el calentamiento diurno (entre 10:00 AM y 4:00 PM) mejora un poco la velocidad pero empeora en las noches generando una concentración de contaminantes.
Para el meteorólogo Joaquín Gómez, el nivel máximo de contaminación por humo y bruma estadísticamente se ha registrado a finales de abril y la primera quincena de mayo.
“En el 2010 por ejemplo fue atípico, las precipitaciones se adelantaron en abril y no tuvimos ningún problema de estos, finalizó en septiembre y tiene el récord de mayores precipitaciones. Por eso no todos los años son iguales, depende mucho del comportamiento de la atmosfera en la escala global y como esté el fenómeno del niño”, amplió.
Enfermedades
Claudia Caballero, del Centro de Información Toxicológico (Centox) enumeró que los principales tóxicos que cobijan la capital son el monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y azufre y otras micropartículas nocivas para el organismo.
“La sintomatología en nuestro organismo depende de las concentraciones de esos componentes así como la condición de salud de las personas y el nivel de exposición”, explicó.
Sobre el tema para la neumóloga Suyapa Sosa, indicó que el derecho a respirar aire puro por el momento se está vulnerando por la cantidad de partículas tóxicas en el medio ambiente.
“Las personas más afectadas son los extremos de la vida, la gente mayor con enfermedades cardiopulmonares y los niños pequeños. Cuando las partículas entran en nuestro sistema respiratorio compiten con el oxígeno”, advirtió.
En consecuencia podrían surgir incidencias desde accidentes cardíacos, cerebrovasculares y mayores incidencias de crisis asmáticas, broncoespasmo para pacientes fumadores y también se relacionan enfermedades neurodegenerativas, así como con la “pandemia” de la diabetes.
“La salud pulmonar no mejorará si no mejorarnos la salud ambiental, hay medidas paliativas como la mascarilla, que no trabajemos tres días, pero no son sostenibles y no tendrán un impacto importante. Necesitamos medidas permanentes como estos foros y políticas a nivel de altas esferas gubernamentales”, solicitó.