TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La contaminación del aire en los cielos capitalinos ha causado diversos problemas que van desde el aumento de enfermedades respiratorias hasta millonarias pérdidas económicas por la restricción de vuelos en el aeropuerto de Toncontín.
“Si usted se levanta en la mañana y no ve el perfil de la montaña, es que el aeródromo está cerrado”, afirmó el secretario de estado del Servicio Aeroportuario Nacional (SAN), Ricardo Martínez.
El experto mencionó que la suspensión de los vuelos por falta de visibilidad trae como consecuencia pérdidas de miles de dólares al país. “Más de 150 pasajeros al día salen a Roatán, sumando los que van rumbo a La Ceiba y San Pedro Sula, que pagan hasta 250 dólares”, calculó Martínez.
Por cuatro días consecutivos, la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) anunció que el aeropuerto capitalino ha estado inoperativo.
Por su parte, el director del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos Oceánicos y Sísmicos (CENAOS), Francisco Argeñal, dijo que la visibilidad ha estado restringida todo el mes, pero desde el 3 de mayo se empezó a reportar menos de tres kilómetros de visibilidad, “lo que restringió las operaciones aeronáuticas desde el viernes de la semana pasada”.
Explicó que la concentración de humo se mantiene porque no hay vientos que se lo lleve para otro lado “ni tampoco puede subir por la inversión térmica, es decir, aire descendiendo desde niveles superiores de la atmósfera hacia la superficie del suelo”.
El experto mencionó que desde que se tienen satélites de alta resolución se puede identificar claramente desde el espacio y “es una información que la Nasa pone a disposición pública”, explicó el entrevistado.
Aclaró que el mayor contaminante que hay en Tegucigalpa es humo y no como lo que se presenta en la ciudad de México, que es esmog, es decir, partículas contaminantes que se producen por la industrialización.
Este problema regional de bastante humo se repite cada cuatro a siete años; sin embargo, “anteriormente ha sido más grave porque permanece por mucho tiempo, pues se ha mantenido hasta por dos semanas, parecido a lo que se puede experimentar en esta ocasión”, indicó Argeñal.
Recordó que hay informes desde 1951 en Tegucigalpa y San Pedro Sula de las observaciones que se hacen cotidianamente en los aeródromos, donde se estima la visibilidad y el porqué se ve reducido.
Contaminación
El jefe de la Región Metropolitana de Salud (RMS), Gilberto Ramírez, informó que las enfermedades respiratorias por contaminación del aire en Tegucigalpa aumentaron de un 10 a 15% comparadas al año pasado para la misma fecha.
“Los más afectados siempre son los niños y los adultos mayores”, indicó el galeno. Agregó que las personas que tienen antecedente de enfermedades respiratorias crónicas están expuestas a este aire contaminado.
Por otra parte, Joel Navarrete, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), recomendó que cuando se sobrepone la vida se deben de tomar medidas. “En este caso, mientras se sigan dando los niveles de contaminación, los niños y los jóvenes no deben exponerse, ya que en las casas es menor la contaminación que cuando se sale a la calle”.
De acuerdo con las palabras del experto, la Secretaría de Educación tomó a bien suspender a última hora las clases en todos los niveles educativos en el Distrito Central.
Con relación a este tema, el doctor Carlos Umaña mencionó que no se deben de suspender las clases “lo único que se debe de limitar es la actividad física y no exponerse los recreos al aire libre”.
Amplió que hay que acostumbrarse al cambio climático, ”pues en ningún país del mundo encierran a las personas por esta situación”.
Por otra parte, Ingrid Flores, directora de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo (UMGIR) aseguró que mientras no se presenten vientos ni lluvias, el humo y bruma continuará en la ciudad.