Tegucigalpa, Honduras
Sangran de dolor, su lecho de muerte es silencioso, reciben cada corte de pie y caen cientos por hora en un apocalipsis ambiental que destroza los bosques del Distrito Central.
Su enfermedad no tiene cura y arrasa con 15 mil árboles de pino al día. El gorgojo descortezador está causando estragos al medio ambiente y no da tregua.
Hay 402 brotes de plaga registrados, los que mantienen en alerta roja al municipio, de rodillas a la naturaleza y con un panorama desalentador para el próximo verano a la ciudad.
En dos meses, la cantidad de brotes se duplicó pues pasó de 189 en noviembre a esta alarmante cifra en enero, con un daño estimado en dos millones de árboles cortados.
El impacto es elevado pues en cuatro meses se han perdido 4,446 hectáreas de pino, muchas de ellas reservas forestales vírgenes que representan el 15 por ciento del bosque municipal.
Manuel Leverón, jefe de la Región Forestal de Francisco Morazán, catalogó la situación como alarmante, al grado que en la última semana se han destinado más cuadrillas de corte en las zonas afectadas, en un esfuerzo por detener la terrible plaga que pinta de rojo el verde de los bosques.
“Ahora son 50 las cuadrillas, cada una de ellas corta alrededor de 300 pinos al día, estamos en alerta roja” aseveró Leverón.
La tala de árboles enfermos era el único mecanismo de defensa para erradicar la plaga, sin embargo, los técnicos aplican una medida extrema de combate a base de fuego.
Y es que cada pino, según su diámetro y altura, puede almacenar hasta medio millón de gorgojos, lo que desbarata cualquier sistema de defensa del árbol nacional.
En el área de impacto, Leonel Ulloa, coordinador de plagas, explicó que los brotes cada vez son más agresivos y el número aumenta cada día.
“El vuelo del gorgojo es de 50 metros, pero con el viento puede llegar a los 100, por esto se interviene un diámetro más grande en cada brote”, argumentó el experto. Las zonas más afectadas son el parque La Tigra, El Carpintero, Amarateca y Corralitos, sitios en los que los árboles fueron cortados y están en el suelo en un escenario dantesco a la vista humana. “Ni las empresas dedicadas a trabajar la madera se dan a basto para transformar tanto árbol cortado, en las zonas más afectadas se corta el pino y se deja ahí, recursos se están desaprovechando” expresó el coordinador. Por su parte, el vicealcalde Juan Carlos García manifestó su preocupación ante el gorgojo y su impacto. “Se está haciendo frente a la plaga, hay equipos en las zonas para combatir”, dijo. La plaga ingresó al Distrito Central desde Olancho, pasando por Talanga, El Hatillo, El Picacho, hasta propagarse por todas las colindancias