Tegucigalpa. Honduras.- Alrededor de 50 puestos del mercado conocido como Puente Carías fueron consumidos por las llamas en un voraz incendio registrado la madrugada del viernes 13 de diciembre.
Talleres de zapatos, abarroterías, negocios de ropa usada y venta de alimentos quedaron reducidos a cenizas tras el siniestro, que dejó pérdidas millonarias y golpeó duramente a decenas de familias que dependen de sus negocios para sobrevivir.
El subcomandante general del Cuerpo de Bomberos de Honduras, Óscar Triminio, informó que las investigaciones señalan que el origen del incendio fue un cortocircuito causado por el sobrecalentamiento del sistema eléctrico en un taller que operaba con tres motores en funcionamiento continuo.
“El sistema de alambrado ya estaba totalmente dañado. No necesariamente estos aparatos tienen que estar encendidos; con solo estar conectados, la energía fluye y puede generar un cortocircuito”, explicó Triminio.
Según el informe técnico, el fuego habría iniciado alrededor de las 11:00 de la noche, pero no fue visible hasta cerca de las 2:00 de la madrugada, cuando el incendio ya estaba fuera de control.
Las llamas se propagaron rápidamente desde los talleres de la planta baja hacia los niveles superiores por efecto de la convección.
Prevención
El subcomandante hizo un llamado a la ciudadanía y a las autoridades para fortalecer la cultura preventiva en las instalaciones eléctricas.
“El problema es que no tenemos la costumbre de realizar revisiones periódicas en los sistemas eléctricos de nuestras viviendas y comercios. Muchas veces pasan 15 o 20 años sin una inspección adecuada, mientras seguimos agregando aparatos eléctricos y sobrecargando las instalaciones”, advirtió.
Triminio señaló que al menos dos veces al año debería realizarse una inspección eléctrica completa para evitar tragedias como la ocurrida en el mercado Puente Carías.
El experto también hizo un llamado a la Secretaría de Educación y diferentes centros educativos a incluir programas de prevención de riesgos en los planes de estudio desde la escuela primaria.
“En otros países de Centroamérica, la prevención forma parte de la educación básica, y eso hace la diferencia. Aquí, ni en los hogares ni en las escuelas se habla de prevención. Cocinas mal diseñadas, cableados obsoletos y descuidos cotidianos generan tragedias evitables”, indicó.
Triminio reiteró que esta tragedia debe servir como un llamado de atención para implementar políticas públicas que refuercen la seguridad eléctrica en los mercados y hogares del país, y sobre todo, para que la población tome conciencia sobre la importancia de la prevención.