Comayagüela, Honduras
La promesa de tirar la casa por la ventana se hizo realidad. El centro educativo más longevo de Honduras, el Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC) arribó ayer a sus 140 cumpleaños en medio de felicidad, salpicada de nostalgia.
La celebración inició desde las 6:00 de la mañana, con la tradicional quema de pólvora y la partición de la marimba La Niña del Central, que amenizó durante dos horas continuas y que vino a poner el toque ameno y sonoro.
Autoridades de la entidad educativa, estudiantes, egresados e invitados especiales se hicieron presentes al gimnasio para celebrar.
Orgullo
En sus 140 cumpleaños, el ICVC hizo derroche de gala y talento.
“Es un gran orgullo para una institución insigne como el Central Vicente Cáceres celebrar 140 años, a lo largo de estos años hemos hecho historia y hemos dado lo mejor a Honduras”, expresó Cornelio McCarty, director del centro educativo.
Como parte del programa, estuvo la destacada presentación de la Banda Marcial, considerada una de las mejores agrupaciones a nivel nacional.
Una combinación de ritmos y arreglos musicales hizo bailar a los presentes y convenció del por qué las bandas del Central son las más esperadas en los desfiles patrios.
Desde luego, la interpretación que se robó los aplausos gritos del público fue el himno “Primavera triunfal”.
También, en el marco de la fiesta memorable, estuvo entre los invitados especiales el maestro Rafael Ramírez Cerrato, arreglista, junto con el maestro Luis Enrique Godoy, de la famosa “Chica del Central”, la pegajosa canción al estilo rock and roll, considera desde la década de los 70 como el segundo himno de la comunidad centralista.
La interpretación de Ramírez Cerrato llenó de emoción y algarabía a los presentes, quienes lo acompañaron a cantar y bailar.
“A mí me da alegría, pero también nostalgia escuchar esta canción, porque me hace recordar mi juventud y estudios que pasé en mi colegio, que lo llevo por siempre y para siempre en el alma. Aquí conocí al amor de mi vida”, declaró Josué Hernández , exalumno.
El cuadro de danzas folclóricas de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) tuvo una destacada partición para el distinguido Central.
“La tusa”, “El huapango chorotega” y el Tap Sap, fueron entre otras las danzas con las que participaron y con las que se recordó al maestro Carlos Gómez Genezzotti (QEPD).
También la Banda de los Supremos Poderes llegó para interpretarle el “Feliz cumpleaños”, entre otras melodías de su repertorio.
Conrado Chavarría, director de la banda, recibió un reconocimiento especial, por ser egresado de la institución. Asimismo, se hizo presente un grupo de egresados de la carrera de Bachillerato de la promoción de 1978.
“Es una alegría estar aquí compartiendo en la celebración del 140 años de nuestro querido Central Vicente Cáceres. Somos egresados de 1978, hace 40 años que pasamos por estas aulas”, afirmó Marcio Barrientos.
Pasión y orgullo
La pasión y el orgullo son dos fortalezas que definen a esta entidad que a través de los años se apega a los fines de la educación nacional al formar hondureños amantes de sus patria, con alto sentido de responsabilidad.
Es por ello que el espíritu centralista va más allá de vestir un uniforme gris y blanco, por el que se han ganado el apodo de “Ratas”, sino trascender y quedar perpetuados en la memoria del pueblo que los quiere.
Los más de 6,000 estudiantes que hoy se forman en 90 diferentes modalidades sienten el orgullo y la pasión de estar el mejor colegio público, no solo de la capital sino de Honduras.
“A mucha honra soy centralista y para nada que me ofende que me digan ‘rata’, bien se sabe que estos roedores se distinguen por su inteligencia y ser sociables y las ‘ratas’ del Vicente Cáceres somos así”, afirmó Marlon Pineda, estudiante de Bachillerato en Salud.
Y como afirma esta comunidad estudiantil: seguirán haciendo historia.