TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “¡Es verdad!, ¡el Señor ha resucitado!”, indican las sagradas escrituras en Lucas del 24-34 para recordarnos el epílogo de la Semana Santa 2024.
Desde tempranas horas, las procesiones, de Jesucristo Resucitado, llenaron las calles del Distrito Central para mantener viva la tradición durante la Semana Mayor.
También conocidas como “Carreritas de San Juan”, acompañadas por los feligreses, agrupaciones musicales y miembros de la Iglesia Católica, nos recordaron una vez más que el hijo de Dios venció la muerte por nuestros pecados.
Un ejemplo de dicha tradición se vivió en la segunda avenida gracias a los miembros de la Parroquia Inmaculada Concepción de Comayagüela.
Asimismo, el Parque Central también fue epicentro de devoción al convertirse en el punto de partida de la procesión que recorrió el Centro Histórico hasta llegar a la iglesia El Calvario.
Arraigadas Tradiciones
La devoción de los fieles creyentes se mantuvo firme durante toda la Semana Santa, siendo el Domingo de Ramos el preludio de la fe y el verdadero significado de la temporada.
Fue así que el Centro Histórico se pintó de verde, los rituales llenaron las calles de palmas y alabanzas, para rememorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Aunque cada día nos dejó ceremonias únicas y solemnes para recordar la Pasión de Cristo, algunas actividades cautivaron más a los capitalinos católicos.
Entre ellas la elaboración de las coloridas alfombras de aserrín en el centro de la capital así como la recreación del Santo Viacrucis y la Procesión del Santo Entierro.
Para el Sábado Santo, las iglesias se sumergieron en la oscuridad para simbolizar la espera de la Resurrección y la explosión de júbilo con la Misa de Gloria, con la luz venciendo las tinieblas para celebrar la victoria sobre la muerte.
Parte de la renovación de la fe y la esperanza, sin olvidar el turismo local, incluyó diversas actividades a cargo de la Alcaldía Municipal que celebró un festival gastronómico y puso a disposición un túnel con pantallas LED para atravesar el Mar Rojo junto a Moisés.