TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Plaza Cívica Francisco Morazán, conocida como “parque central”, será intervenida y las gestiones para ejecutar la revitalización en 2025 ya iniciaron mientras los capitalinos sugieren más bancas, sombra, seguridad, iluminación y que no se corten los árboles.
Casi siete años pasaron desde que en la plaza la figura ecuestre del general Francisco Morazán observó a los obreros de la Alcaldía Municipal intentar “revitalizar” el centro histórico con una inversión de dos millones de lempiras.
El tema intervención en el espacio, que a lo largo de su existencia pasó de plaza a parque y viceversa, se diluyó y no se mencionó pública y oficialmente hasta ahora con el inicio de socialización del proyecto.
Plan de acción colaborativo
Arleny Espinal, titular de la Gerencia del Centro Histórico (GCH), explicó a EL HERALDO que ya existe un plan de acción para la mejora de la plaza y la iniciativa se desarrolló con la participación activa de comerciantes, lustrabotas, organizaciones y la comisión ciudadana.
“Se esbozaron los pasos a seguir y se incluye la elaboración de un proyecto detallado para su posterior licitación posterior. En este proceso, se identificaron problemas y posibles soluciones que serán integrados en una nueva propuesta de diseño”, adelantó.
Entre los problemas identificados y catalogados como “urgentes” la arquitecta enumeró la inseguridad, mantenimiento deficiente, falta de limpieza, deterioro y escasa iluminación en la zona que será una mezcla de “plaza-parque”.
Diseño orientado al tránsito
Aunque por el momento es prematuro revelar cómo será la obra, del lugar que ha tenido varios rostros, pero que siempre mantuvo el sistema español de una plaza, iglesia y cabildo, Espinal adelantó que trabajan en las propuestas de diseño.
“El objetivo principal del proyecto es recuperar y potenciar la plaza central como un espacio público seguro, limpio y accesible para todos, devolviendo así su carácter de punto de encuentro comunitario”, afirmó.
Sobre los vendedores ambulantes la titular de la GCH reconoció que es un tema que también se tratará ya que las ventas ambulantes son prohibidas y la plaza no es un espacio pensado para las ventas informales.
Recordó que a lo largo de su historia, la plaza a sufrido varias intervenciones significativas ejemplificando en la época colonial fue una plaza y punto de encuentro central, a finales del siglo XIX se transformó en un parque que incorporó elementos como jardineras, quiscos, fuentes y la estatua de Francisco Morazán.
“En la época colonial se llamaba Plaza Mayor, luego Parque Central, Plaza Central, en la actualidad se llama Plaza Cívica Francisco Morazán, es el nombre correcto. La nueva propuesta es que integrar la plaza parque, pero más plaza que parque”, afirmó.
Preservar el valor histórico
El director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Rolando Canizales, mencionó a este rotativo que ya hay acercamientos con la GCH para definir las obras a desarrollar en la plaza histórica.
Garantizó que el IHAH expondrá los lineamientos y recomendaciones que deben aplicarse para no alterar los valores históricos junto a supervisiones durante todo el desarrollo de la intervención para no afectar el patrimonio cultural.
“La zona es importante porque es el núcleo del centro histórico de Tegucigalpa, es un símbolo de la ciudad y hay que valorizarlo aún más. Las mejoras, siempre y cuando cumplan con las normas de conservación realzan el valor de estos espacios”, finalizó.
Los deseos de los capitalinos
Sentado bajo la sombra de la estatua del general Morazán estaba Juan Rodríguez, mientras fumaba un cigarrillo y resaltaba su problema de desempleo consideró que la intervención es positiva si escuchan a los contribuyentes.
Para el capitalino que frecuenta la plaza, los cambios tendrían que incluir más bancas y sombra con techo o mejor aún generada con más árboles.
“Uno viene y se sienta y con ese sol no dan ganas de quedarse, pero si ponen techos como los que tienen los lustrabotas uno podría permanecer más tiempo”, consideró.
Otras personas consultadas estimaron necesario que se cambien los adoquines porque los actuales presentan deformaciones, hundimientos y daños capaces de transformar una caminata familiar en un accidente.