TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Más que el primer día de Semana Santa, el Domingo de Ramos nos recuerda la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén y el inicio de la travesía espiritual hacia la resurrección.
Por su importancia espiritual, y con las tradicionales palmas o ramas de olivo, se marca el camino con un simbolismo especial para los fieles creyentes.
Hay que recordar que en el Domingo de Ramos, también conocido como Domingo de Pasión, se basa en los relatos de la Pasión de Cristo extraídos de los Evangelios de Marcos, Lucas o Mateo.
“Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino, otros cortaban ramas de los árboles y las esparcen en el camino”, nos recuerdan las sagradas escrituras de Mateo 21:8.
¿Desde cuándo se celebra el domingo de ramos?
Para recordar cuándo es el Domingo de Ramos, considerando que es siete días antes de la Pascua, domingo en que se conmemora la resurrección de Jesús, la fecha para el inicio de la Semana Santa es el 24 de marzo ya que son 40 días desde el Miércoles de Ceniza hasta la resurrección de Jesucristo.
¿Cómo vivir el domingo de ramos? La tradición se refuerza con una procesión antes de la celebración de la eucaristía, durante el evento, los feligreses tienen en sus manos las ramas que serán bendecidas con agua bendita mientras se entonan cantos religiosos.
La ruta de la fe, después del domingo se extiende durante toda la semana, por ejemplo el Lunes. Martes y Miércoles Santo, las eucaristías y confesiones están disponibles en diversos horarios en todos los templos católicos de la ciudad.
El Jueves Santo, inicia el Triduo Pascual (los tres días más importantes de la liturgia cristiana) para marcar el fin de la Cuaresma, y conmemorar la pasión, muerte y resurrección del hijo de Dios.
Por su parte, el Viernes Santo destaca por las celebración del Santo Vía Crucis por la mañana y por la tarde la procesión del Santo Entierro para recordar el momento en que Jesucristo estuvo en el sepulcro antes de su resurrección.
Procesiones Emblemáticas: De Comayagua a Santa Rosa de Copán
Comayagua, la ciudad colonial de Honduras, destaca con sus solemnes procesiones y las coloridas alfombras de aserrín durante la semana para atraer y fomentar el turismo local y atraer extranjeros especialmente el Viernes Santo.
Con una tradición que supera las seis décadas, las alfombras de Comayagua destacan por ser de las más esperadas y visitadas por los feligreses.
Además, el Santo Vía Crucis que tradicionalmente inicia en la iglesia San Francisco y culmina en la Catedral, nos recuerda con la actuación de las doce estaciones cada uno de los momentos claves vividos por el que murió por nuestros pecados.
El arte religioso impregnado en las procesiones emblemáticas, también palpita con fuerza en la occidental Santa Rosa de Copán.
Y es que a lo largo de la semana, además del atractivo turístico, y las diversas actividades culturales preparadas, la ciudad del buen café no se queda atrás y su centro histórico se convierte en el lugar para la representación del Vía Crucis.
Semana Santa: Un Tiempo de Reflexión y Comunidad
Más allá de una celebración religiosa; la Semana Santa en Honduras es un tiempo de reflexión para compartir en familia y con la comunidad.
Y es que durante todos los eventos, sin importar en que lugar de Honduras se desarrollen, las personas tienen la oportunidad de recordar junto a sus seres queridos o desconocidos, que Jesucristo dio su vida por los pecadores.
Además, los cristianos celebran desde el Domingo de Ramos al de Resurrección el triunfo del bien ya por lo que reflexionar del amor de Jesucristo hacia la humanidad es inevitable y más en compañía de amigos o familiares.
