Tegucigalpa

Edificios históricos en Tegucigalpa son poco aptos para el comercio

Falta de estacionamientos, la modernidad de los centros comerciales y la inseguridad en las calles son algunas causas de la poca ocupación de los inmuebles
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Edificios históricos en Tegucigalpa son poco aptos para el comercio
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Algunas callejuelas solitarias del centro histórico de la capital fueron testigos de la atención comercial que esta zona desarrolló en el siglo pasado.

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Las calles y avenidas de la vieja Tegucigalpa lucían elegantes, rodeadas de grandes establecimientos comerciales donde las personas podían comprar lo más actualizado y a la moda del momento.Todo esto quedó atrás.

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Varios edificios que fueron importantes en su momento, ahora solo son viejas estructuras con poca ocupación comercial, donde el silencio y el olvido se adueñan de la zona.

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Antonio Valladares, historiador local, originario del centro de la ciudad, indicó que “casi todos los edificios del centro están desocupados”.

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Y los pocos que están en funcionamiento solo ocupan los primeros pisos de la estructura. Los comercios predominantes en la zona son los negocios de ropa, zapatos, apartamentos, restaurantes y bares.

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Valladares mencionó también que estos edificios son alquilados a colegios privados de educación secundaria “y solo los ocupan por el tiempo de matrícula”, indicó Valladares.

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De acuerdo con datos del Centro Histórico del Distrito Central, alrededor de 375 edificios antiguos alberga la ciudad en esta zona, la mayoría de origen privado, es decir, 329 inmuebles.

Causas

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El reconocido urbanista Luciano Durón recordó que la mayoría de estas estructuras no cuentan con estacionamientos que garanticen al cliente dónde dejar su carro, ya que en el siglo pasado la Alcaldía Municipal no exigía edificios con parqueos.

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El experto cuestionó la falta de visión hacia el futuro debido a que pocos cuentan con esta comodidad.

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“El Midence Soto es el único edificio que tenía estacionamiento porque lo urgía al tener tantos pisos”, consideró el urbanista capitalino.

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Por otra parte, mencionó que actualmente “los negocios no ofrecen productos de alta categoría que puedan incentivar a las personas a comprar con mayor inversión. Esto hace que se vayan a otros lugares”, puntualizó.

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De acuerdo con el movimiento “Vamos al centro”, en los años 50 en el centro de la capital operaban comercios como El Mundo Elegante, Bazar Jerusalén y Farmacia Fiallos, en la calle Simón Bolívar, más conocida como calle del comercio.

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La avenida Cervantes también fue un importante lugar comercial en su momento funcionaban negocios como la tienda de Don Samuel Young Puick, el Almacén Capitolio de Don Pedro Asfura y Quinchon León, donde hoy está el edificio de Larach & Cía, la Farmacia Modelo y el Supermercado Tip Top, establecimientos importantes que ponían dinamismo comercial a la vieja Tegucigalpa.

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Otra de las causas que afectó bastante el casco histórico fue la modernidad y la llegada de los centros comerciales, más conocidos como “malls”, que provocó que muchos negocios se trasladaran a los nuevos lugares con mayor atracción.

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“Ahora no hay atractivos para que las personas vengan al centro”, enfatizó el arquitecto urbanista Luciano Durón, quien por muchos años ha vivido en uno de los sectores del casco histórico de la capital.

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La inseguridad es otro factor que desmotiva a los turistas a visitar el centro, de acuerdo con las denuncias que recibió EL HERALDO mientras realizaba un recorrido por la zona.

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“Nosotros sufrimos por la inseguridad, ya los asaltantes corren a nuestros clientes”, mencionó una comerciante, quien reservó su nombre.

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La capitalina denunció que precisamente la noche del pasado 4 de junio desconocidos se metieron a robar en una casa abandonada frente a Café Paradiso