Tegucigalpa, Honduras.- Un pedazo de escombro de lo que alguna vez fue el Centro Básico José Trinidad Reyes, en el caserío de Ocote Hueco, Lepaterique, es lo único que quedó tras su colapso.
Ahora, los niños reciben clases en casas particulares y en el centro comunal. “Desde diciembre de 2024, nosotros solicitamos a la Secretaría de Educación que nos construya el centro básico. Sin embargo, estamos cerca de marzo y no hay respuesta”, lamentó una de las madres.
El centro básico tiene una matrícula de 156 niños, de los que 48 reciben clases en una de las casas de la comunidad, mientras que los demás están en el centro comunal y en el jardín de niños.
El presidente de la asociación de padres de familia, Víctor Funes lamenta que las autoridades de Educación hagan oídos sordos a la problemática.
“Es urgente que nos construyan el centro educativo, ya que los niños reciben clases en una casa que nos prestó un vecino”, dijo.
Este caso no es desconocido para el ministro de Educación, Daniel Esponda, ni para Juan Carlos Coello, director de Construcciones Escolares, quienes desde diciembre 2024 se comprometieron a ayudar, pero su promesa no se ha materializado, dejando al centro sin posibilidades de recuperación.
Actualmente, los niños necesitan la escuela, ya que reciben el pan del saber gracias a la solidaridad de un vecino.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, los docentes y padres de familia se esfuerzan por mantener el proceso educativo en marcha.
Organizan colectas para comprar materiales escolares y han solicitado apoyo a organizaciones no gubernamentales, pero la respuesta ha sido limitada.
“No pedimos lujos, solo un lugar digno para que nuestros hijos estudien”, expresó con frustración María Gómez, una de las madres afectadas.
Mientras tanto, la comunidad sigue esperando que las autoridades cumplan su promesa y construyan un nuevo centro educativo antes de que la falta de condiciones termine por afectar el aprendizaje de los niños.