Una de las principales dificultades es que los costos se han elevado debido a que se tiene que comprar equipo y material de bioseguridad para sus empleados.
Según estimaciones de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), cada mes en un proyecto que requiere 50 empleados se deben invertir cerca de los 250 mil a 300 mil lempiras.
Silvio Larios, director ejecutivo de la Chico, explicó que en la mayoría de los casos el dueño de la obra no quiere asumir los gastos, por lo que las empresas han tenido que hacerse cargo de este incremento para lograr finalizar el proyecto.
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“La reactivación gradual también ha afectado el tiempo de ejecución de la obra, porque si un proyecto estaba planeado para 12 meses ahora hay que sumarle cuatro o cinco meses más, y sumarle la inversión de los protocolos”, manifestó Larios.
Más afectados
Del sector construcción, una de las ramas que se encuentra más afectada es la de la vivienda, que representa un 60 por ciento del rubro.El empuje que había tenido el sector vivienda se vino abajo a consideración de Larios, ya que de las ocho mil a diez mil viviendas que se tenía proyectado construir solo se han edificado unas tres mil.
“Los proyectos privados han tenido que tener continuidad, sobre todo porque se han adquirido compromisos con los bancos, entonces son los que más interesados están en terminar los proyectos. En el caso de la vivienda ahora es por pedido”, explicó Larios.
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Este año se tenía previsto que unas 250 mil personas tuvieran un trabajo producto de la construcción, pero en marzo hubo un registro de solo 70 a 80 mil empleos.
En la capital el sector ha sido perjudicado por las nuevas urbanizaciones, proyectos multifamiliares, edificios y proyectos de infraestructura.
Impacto
Cárlenton Dávila, un profesional de la ingeniería que se desempeña en el sector de la construcción, explica que uno de los principales obstáculos que tuvo para desarrollar sus proyectos fue el transporte de los empleados.“Pienso que las personas que trabajan en construcción no deben tener restricción en la circulación. Los costos se han elevado porque algunas ferreterías pequeñas subieron los precios”, expresó Dávila.
Además, confirmó que en algunos proyectos la ganancia del 20 por ciento fue absorbida por los costos en los protocolos de bioseguridad.
En tanto, María Benítez, presidenta del patronato de la Villa Nueva, manifestó que varias obras en su colonia se han detenido por la pandemia