Logró persuadir a sus compañeros de clase y se ofreció ser su capitán para conducirlos a la victoria.
El Día de Lempira se acerca y Josué Ordoñez de 14 años, alumno del sexto grado de la escuela de Varones Lempira, ya se alista junto a un grupo de compañeros para conmemorar y revivir la épica hazaña del líder indígena.
Y es que en este centro educativo portador del nombre del caudillo lenca, cuya creación data de 1820, esta legendaria fecha que marca el calendario cívico nacional será festejada por todo lo alto.
Es por esta razón que Josué se enfila por segunda ocasión para representar al líder de la resistencia indígena contra la dominación española.
El patio de la escuela servirá de escenario para que los 450 alumnos y los 35 maestros revivan de nuevo la hazaña.
Líder escolar
Ordóñez es un joven de espíritu emprendedor, incansable luchador por los derechos de sus compañeros, que en dos oportunidades ha sido el presidente del gobierno escolar.
La mayor satisfacción de este adolescente a la fecha ha sido representar la escuela en eventos donde se le requiere con la valentía del indio Lempira.
“Mi mayor orgullo es poder representar la escuela y poder honrar el digno nombre que lleva”, expresó.
Añadió que los ensayos para festejar la gesta histórica de Lempira ya iniciaron, dramatizaciones, danzas folclóricas, y la elección del indio y la india bonita serán parte de los eventos.
A su corta edad considera que la lucha del héroe nacional no fue en vano, pues la lucha por conservar la soberanía y riqueza nacional y cultural continua.
Desde su trinchera (las aulas de clase) prometió luchar para hacer de Honduras un mejor lugar para vivir.
“Pienso seguir estudiando, luchar junto a mi madre para salir adelante y sacar adelante este, mi gran país”, dijo.
El jovencito tiene una lectura clara y precisa de la situación que vive la nación y las precarias condiciones en que se encuentra el sistema educativo público.
La lucha sigue
En la opinión de este novel estudiante la lucha de los líderes ya no se encuentra enfilada en una montaña, un arco y un fusil.
Sin embargo, consideró que los políticos y los presidentes de turno deberían pelear por crear mejores condiciones para la población día a día.
“Los políticos deberían de luchar más, invertir mejor el dinero y trabajar por los más pobres”, pormenorizó.
Agregó que aunque él asiste a sus clases con los zapatos rotos, está consciente que hay muchos de sus compañeros que llegan en peores condiciones.
En ese sentido estima que hay que crear mejores condiciones para que los niños y las niñas asistan a los centros escolares en todo el país.
“Me siento mal cuando me doy cuenta que hay compañeros que tienen que trabajar en los mercados para venir a la escuela”, dijo.
Ante la pregunta de lo que le pediría al presidente Porfirio Lobo si lo tuviera enfrente, guardó silencio, pensó y exclamó: “que trabaje más por los niños que no tienen educación, que les pague a los maestros y que haya más escuelas”.