TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Se busca albañiles responsables” es el anuncio que se encuentra en redes sociales ofreciendo empleo a personas expertas en el rubro de la construcción.
Y es que en la actualidad no es tan fácil encontrar la mano de obra calificada para desarrollar proyectos en la capital.
Según las autoridades de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), este problema se debe a la escasez de la mano de obra, la cual migra, no por falta de oportunidades, sino por un mejor salario.
“El problema persiste, para compensar eso estamos realizando capacitaciones en distintas áreas. No es de culpar que no hay trabajo, sí lo hay, pero las oportunidades en otros países son sustantivamente mejores”, dijo Silvio Larios, director ejecutivo de la Chico.
Entre los oficios que ahora es difícil, pero no imposible encontrar, están los albañiles, electricistas, carpinteros, soldadores, fontaneros y personas que solo se dedican a la colocación de tabla yeso y cerámica.
“Cuando estas personas se van, los ayudantes vienen a sustituirlos, pero la utilidad no es la misma, ya que no es la misma experiencia, con lo que no se garantiza velocidad y calidad en el trabajo”, expresó Larios.
Lo anterior se traduce como un impacto en la productividad, porque al tener un personal menos experimentado, el trabajo es más lento, ya que al realizar una obra de calidad sacrifica la velocidad.
También hay un impacto en el costo, ya que la mano de obra menos experimentada se le debe capacitar, enmendar los errores y el desperdicio de material que generan.
Factores de migración
La principal causa de la migración siempre será no encontrar un empleo.
Pero en el caso de la mano de obra en el rubro de la construcción, la causa es que muchas personas migran por la falta de continuidad de los proyectos.
“Hay proyectos que comienzan bien, pero se paran por la falta de fondos, lo que causa incertidumbre, sobre todo en la inversión pública, por lo que se debe crear un programa bien sistemático que garantice que desde enero hasta diciembre se desarrollarán los proyectos”, detalló Larios.
Se dio a conocer que la burocracia afecta la continuidad de los proyectos, ya que se tardan demasiado en las municipalidades y otras instituciones en otorgar los permisos de construcción.
“Esto hace que la inversión no fluya y hacer que el obrero sufra, ya que no tiene un empleo de forma continua y es por esta incertidumbre que optan por irse”, lamentó el entrevistado.
El rubro de la construcción generó más de 450 mil empleos el 2023.
La construcción de una vivienda social puede generar hasta cuatro empleos, para una vivienda para clase media alta se necesitan hasta 12 personas y para una vivienda residencial son hasta 20 personas las que deben trabajar.
Ya un edificio de unos 10 pisos son de 30 a 40 personas las que deben laborar.
Otro sector que se está viendo afectado por este fenómeno es la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme).
“En el sector mipyme lo estamos experimentando con la pérdida de mano de obra técnica, esto nos causa un problema serio, con lo que estamos perdiendo competitividad”, expresó Menotti Maradiaga, expresidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecámaras).
Esto trae como consecuencia que ya no se pueda abastecer el mercado nacional.
“La mipyme está subsistiendo con la poca mano de obra que existe, porque se nos ha ido para Estado Unidos. Hemos tratado de mejorar precios en los pagos y dado beneficios”, lamentó con preocupación Maradiaga.
Es el sector privado y sobre todo el gobierno que debe generar mejorar políticas para mantener a sus hondureños en el país y generar arraigo.